Por DIEGO OTERO PRADA
El presidente Gustavo Petro anunció el pasado 3 de septiembre su propuesta para financiar el sistema de transporte público con las tarifas del servicio de energía eléctrica. Para analizar la viabilidad económica de esta propuesta, son dos los parámetros a tener en cuenta: primero, cuántos son los viajes anuales; segundo, cuál es el consumo final de energía eléctrica, total y por sectores.
Consumo de energía eléctrica en 2021 por sectores
Según el balance energético que publica UPME para 2021 (última información disponible), del total de 66.453 GWh, 24.210 GWh corresponden al sector residencial, el 36,43%; seguido por los sectores comercial y público con el 24,6%; y la industria con el 21,7%, para un total de 82,73%. El resto corresponde a los sectores minero, agropecuario y otros sin identificar.
En el sector residencial los hogares de los estratos 1, 2 y 3 explican el 80,0% del consumo, que para 2021 sería de 19.368 GWh. Este consumo no hay que considerarlo para los cálculos que se harán a continuación. Igualmente, habría que restar los consumos de los hospitales, del sector educativo y del sector agropecuario.
Los consumos de los hogares 1, 2 y 3 están subsidiados y nadie pensaría en agregarles cargas impositivas. Quedan los consumos de los hogares de los estratos 4, 5 y 6, de los cuales los dos últimos tienen un sobrecosto de 20%; y los sectores industrial, comercial, público, agrícola y minero.
Viajes en transporte público urbano
Con base en la encuesta de transporte urbano del DANE de julio de 2023 en 15 áreas metropolitanas, se estima que en un año habría 3 billones de traslados por buses urbanos, para llegar a cerca de 4 billones en el total nacional. Con una tarifa promedio por pasajero de 3.000 pesos, daría un recaudo de 12 billones de pesos.
Consumo de energía eléctrica para ser recargado
EL consumo de energía eléctrica objeto de una sobretasa, tomando las cifras de 2021 (eliminando el consumo de los estratos 1, 2 y 3, de los hospitales y del sector educativo), se estima en 46.000 GWh, lo cual daría que habría que aumentar las tarifas eléctricas en 261 pesos por kilovatio hora para financiar todo el sistema de transporte de pasajeros urbanos del país.
Aquí se ha considerado todo tipo de consumo, excepto los mencionados. Ahora: pensar que con un cargo adicional para los usuarios de los estratos 4, 5 y 6 se puede subsidiar el transporte público urbano para una tarifa cero, es totalmente inconcebible, pues tan solo cubriría el 10% del valor del pasaje.
Propuesta inconveniente
El consumo promedio de energía en los hogares depende de la región, si es de tipo caliente, frío o leve. Para los usuarios de Bogotá entre los estratos 5 y 6, con consumos promedios mensuales de 250 kilovatios-hora, esto significaría un pago adicional en la factura de 65.250 pesos mensuales, o sea un recargo de casi el 30 por ciento. Sumado al recargo actual de 20%, significa que esos usuarios residenciales pagarían una tarifa 50% más alta que el costo real de un kilovatio-hora, dando lugar a una de las mayores tarifas de energía eléctrica del mundo para los usuarios de los estratos 4 a 6. En regiones como la costa Atlántica el recargo en pesos sería mayor, con tarifas de energía eléctrica ya de por sí muy altas.
Según GlobalPetroPrices, en diciembre de 2022 Colombia estaba en el puesto 130 (entre 191 países) en tarifas más altas para los hogares. Con la propuesta del presidente Gustavo Petro pasaríamos al puesto 120. Absurdo en un país que genera hasta 80% de su energía con hidroelectricidad. Sin embargo, al considerar el valor promedio de la tarifa para los hogares de los estratos 4, 5, y 6 pasamos al puesto 135.Si ya no somos competitivos hoy por las tarifas tan altas de energía, menos lo seremos con un incremento de 30% o más.
Similar raciocinio se sigue para los sectores productivos, pues significarían recargos excesivamente altos, sobre todo para los intensivos en energía eléctrica como la industria de alimentos, volviendo a un recargo mayor del 20%, que se había eliminado para hacer competitivo al sector industrial.
Todo esto significa que se estaría produciendo un incremento en las tarifas eléctricas de 30%, con precios por encima de los costos de producción. Esto contradice los argumentos del gobierno respecto a que se debe cobrar según costos reales. El tema del consumo de gasolinas en el sector transporte me ha llevado a estudiar con más detalle la estructura de los vehículos en Colombia por tipo y combustible. Realmente, la discusión ha sido muy incompleta y sesgada por parte del gobierno, los ortodoxos y los medios de comunicación que desinforman todos los días.
Pero estos cálculos se basan en la situación actual, porque el gobierno anuncia que va a aumentar el precio del ACPM de 9.000 pesos hoy a 17.000 el galón, con un incremento de 89%, que impactaría en las tarifas del transporte urbano. Así que el incremento en las tarifas del servicio eléctrico tendría que ser mayor, para financiar otros 3 billones de pesos: para los hogares 4, 5 y 6 el sobrecosto pasaría de 62.250 pesos calculados anteriormente, a unos 80.000 por kilovatios-hora por mes. Y para los sectores productivos el impacto sería mayor, por supuesto.
En definitiva, la propuesta del presidente no tiene validez económica. Si se quiere subsidiar el transporte público, la mejor manera es hacerlo a través de los presupuestos municipales, departamentales y nacional.
Conclusión
Señor presidente, su propuesta lanzada al aire sin ningún estudio no tiene viabilidad económica. El asunto no es técnico, como dice equivocadamente el ministro de Transporte. Les recomendaría al presidente y al ministro de Transporte evaluar técnicamente sus ideas antes de soltarlas a la opinión pública.
Hoy se está aumentando el precio de los combustibles, ahora se propone aumentar el de la energía eléctricas. A este ritmo, mañana propondrán aumentar las tarifas del agua y después los de las telecomunicaciones y el aseo…
@DiegoOteroP
* Imagen de portada, tomada de Infobae