Y se perdieron los juegos;
sí, los Panamericanos,
y son variadas las manos
que deben arder en fuego.
Panam nos dijo “hasta luego,
fueron unos incumplidos”.
Y en sus peleas sumidos,
no dan nunca pie con bola,
incendiándose la cola,
siempre van a estar jodidos.
La ministra del Deporte
no se da por aludida;
sigue opinando perdida,
sin excusa ni soporte.
Ese despacho sin norte
parece tiene remplazo
en el técnico pelmazo
del futbol sub veintitrés,
que a la fija, en dos por tres,
nos mantendrá en el fracaso.
Garantizará seguro
el anhelo del gran jefe,
que en trinos excusas teje,
con argumentos a juro.
El deporte del futuro
tendrá figuras geniales,
con atletas sin iguales,
salidos de las barriadas,
las juntas y barricadas
de los juegos colegiales.
CABELLOS DESTEÑIDOS
Un Cabello en Venezuela
y una Cabello en mi tierra,
el desgreño los aferra,
sin importar la secuela.
En esa sesgada escuela,
la arbitrariedad se arropa,
y las decisiones copa,
entre gritos de atropello,
pues de Diosdado el cabello,
es un cabello en la sopa.
La Cabello colombiana,
tiene igual doble rasero,
y su tono marrullero
desdice su blanca cana.
De ser cómplice se ufana
con su pasado arribista,
de lo cual hay larga pista,
en el norte litoral,
como una incondicional
de vieja causa uribista.
ÑAPA UNO
Pastrana reclama honor
en los estrados, a un Juez.
Más nos queda el sinsabor,
que, si se falla en favor,
se premia la estupidez.
ÑAPA DOS
Suspender al canciller,
claro, lo deja maltrecho.
Pero, el no obedecer,
es incumplir el deber
del Estado de Derecho.
@pedrojdelvalle