Por GERMÁN AYALA OSORIO
A la cruzada mediática anti-Petro que de la mano de sus empresas mediáticas y periodistas varios conglomerados económicos están librando desde el 7 de agosto pasado se suma ahora la empresa demoscópica Invamer Gallup, con una encuesta en la que el presidente pierde varios puntos de popularidad y crece su imagen desfavorable. El resultado del ejercicio consultivo realizado por la firma encuestadora resultaría meramente anecdótico si no fuera por la expresión de felicidad de los presentadores de Noticias Caracol que registraron el hecho político.
Según lo informado, “la desaprobación del mandatario alcanzó el 40%, tras una subida de 20 puntos frente a la medición anterior, que llegó al 20%. Y la imagen positiva pasó de un 56% a un 46%”. El discurso celebrativo de los periodistas lo compartieron con sus cautivos consumidores, los mismos que muy seguramente no tendrán la capacidad para discernir e ir más allá del pantallazo de las barras con las que se graficó el resultado, por cuanto la televisión “produce imágenes y anula los conceptos, y de ese modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender” (Sartori, G. El Homo videns).
Las audiencias del mencionado noticiero posiblemente creerán a pie juntillas en el resultado de la encuesta, en virtud del reconocimiento social y político de la firma encuestadora y por no poder confrontar la metodología aplicada, comprender el significado del margen de error y estructuralmente el sentido y las búsquedas del instrumento aplicado. Es poco probable que el conjunto de los ciudadanos que consumieron el dato entregado haya podido conectar a Invamer con el ejercicio de la política, los intereses políticos y la política editorial del noticiero Caracol, en el marco de lo que se conoce como sondeocracia.
Hay que decir que esa confluencia de actores políticos, demoscópicos y mediáticos interesados en desestabilizar al actual gobierno se puede explicar desde las circunstancias que Giovani Sartori describió en su libro el Homo videns. Justamente, Sartori considera que este “nuevo homínido” afronta el grave problema de que “su lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente más pobre: más pobre no sólo en cuanto a palabras, sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado, de capacidad connotativa”. A pesar de que lo registrado por Invamer es mera opinión o doxa y no episteme, al ser llevado al ambiente noticioso, alcanza un valor de verdad que lo hace prácticamente indiscutible para las audiencias poco interesadas en ir más allá del resultado expuesto.
La intención del noticiero es clara: generar un escenario negativo en la opinión pública que, a manera de bola de nieve, contagie a todos los que participaron del escenario electoral y en particular a quienes votaron en contra de Gustavo Petro. Al hacerlo así, Noticias Caracol le entrega un elemento para que aquellos votantes se sientan recompensados al ver cómo se desinfla el proyecto político del candidato que triunfó en las pasadas elecciones. Caracol Noticias guardó silencio frente al resultado positivo para la imagen de Petro, resultante de una encuesta realizada por la firma Datexco. Para esta empresa, la aprobación del presidente subió y está en un 48% y la imagen positiva es mayor a la negativa: la desaprobación está en un 38% frente a una aprobación del 48%. El no registro del otro resultado claramente deja ver la intención del noticiero de posicionar el resultado negativo entregado por Invamer Gallup y por esa vía, evita que sus audiencias escuchen la opinión de otros colombianos encuestados.
La exposición del resultado también tiene la pretensión de presionar al gobierno y en particular al presidente para que revise sus actuaciones, proyectos, decisiones y propuestas, en particular aquellas sobre las que el noticiero Caracol viene informando de manera sesgada, de acuerdo con su línea editorial y los intereses económicos y políticos del conglomerado económico que lo respalda y de los anunciantes que pautan a diario en sus emisiones.
Caracol Noticias busca generar un artificioso ambiente de incertidumbre social, económico y político que obligue al gobierno de Petro a bajar sus pretensiones tributarias de gravar a los más ricos del país. De esa manera, los actores económicos de la sociedad civil que aún no aceptan la derrota política y electoral que les dio el Pacto Histórico, pasan a la segunda etapa de su cruzada anti-gobierno: la sondeocracia.
Tanto los sondeos de opinión, como las encuestas son instrumentos a los que apelan los medios masivos para aumentar su poder de convencimiento y penetración en las conciencias de sus audiencias, abocadas al registro malicioso de las opiniones de los encuestados por parte de los periodistas.
Desde antes de posesionarse Gustavo Petro el 7 de agosto, ya medios masivos como El Tiempo, Semana, La W, La FM, Blu Radio y El Colombiano y los noticieros Caracol Noticias y Noticias RCN venían actuando de manera articulada para acrecentar las fracturas sociales que dejó en el país su llegada a la presidencia de la República. El sin sabor, la rabia y el malestar de específicos agentes económicos, políticos y sociales de la sociedad civil por el triunfo de este outsider de la política colombiana no solo es evidente, sino que se hizo tan incontenible, que decidieron usar a sus medios y periodistas para compartir el fastidio con una recreada y manipulable opinión pública de la que se sirvió Invamer Gallup para aplicar la encuesta.
Dentro del cuestionario hay una pregunta que recoge el viejo fantasma con el que asustaron a millones de colombianos en pasadas campañas electorales: convertirnos en Venezuela. Invamer le preguntó a 1200 colombianos: “Está usted de acuerdo/ desacuerdo con: Colombia en un futuro puede estar en la misma situación en la que está Venezuela en este momento”. De acuerdo se manifestó el 55% y en desacuerdo el 44%. Más allá del resultado, llama la atención que se insista con el tema de Venezuela y en la relación perversa que se establece entre el “socialismo del siglo XXI y el chavismo”, con el proyecto político, social y económico de Gustavo Petro. Claramente, tanto Caracol Noticias, como Invamer Gallup están alineados en la tarea de continuar metiéndole miedo a la opinión pública con un viejo fantasma que en la segunda vuelta más de 11 millones de colombianos dejaron de lado al votar por el candidato del Pacto Histórico. Esos más de 11 millones ya no comen cuento de espectros que solo existen en las salas de redacción y en la mente del director de Invamer Gallup.
@germanayalaosor
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