Grupo de Puebla: un grito de integración desde el Magdalena

Por EMIRO ARIAS BUENO *

Tomado de La Pluma del Gato

La semana pasada en el marco del VIII encuentro de Puebla, al cual asistí por invitación de los organizadores, tuve la fortuna de participar de la reunión privada que expresidentes de Latinoamérica, el Caribe y  España desarrollaron en el marco de este foro. Debo confesarles que me impresionaron por su claridad y brillantez en sus exposiciones los ex presidentes Leonel Fernández de República Dominicana; José Luis Rodríguez Zapatero de España y  Evo Morales de Bolivia. 

En esta reunión a puerta cerrada se analizaron los acontecimientos recientes, desatados a partir de la pandemia del  Covid-19, la crisis económica mundial, las fortalezas de unos y las debilidades de otros, las movidas de la geopolítica y las implicaciones del acelerado desarrollo de China y sus aliados, la crisis climática y la posibilidad cierta de una confrontación bélica entre los bloques de poder. Zapatero explicó cómo la Europa actual se debate en la posibilidad de quedar inmersa en una nueva guerra de incalculables consecuencias debido al poderío nuclear de los confrontados y animó a los latinoamericanos a conformar un bloque regional que permita asumir la crisis económica mundial que se avecina, que según los expertos no durará menos de dos años.

El representante del gobierno chino propuso de manera directa un “Desarrollo Global” pensado desde el marco de la cooperación multilateral, muy al estilo de la vieja propuesta de Keynes en el Bretton Woods, que pretendió evitar la concentración de riqueza en detrimento de la mayoría de los países del planeta como ha venido sucediendo desde 1944.

Consolidar una región como la nuestra debe ser el firme propósito de todos los países del  continente, para desde esa perspectiva abordar el multilateralismo con una dinámica propia y así poder disminuir el impacto de la crisis global que se pronostica. Según el ex presidente Fernández, todo esto deberá ser posible, incluso por encima de las diversas diferencias entre unos y otros si queremos sobrevivir a tamaña situación, la que algunos liderazgos y mandatarios del continente aún no  dimensionan.  

Evo Morales fue mucho más pragmático y apuntó directamente a proponer lo que él mismo hizo en su primer mandato de gobierno en Bolivia.  El desarrollo del continente y de cualquier país del mismo debe centrarse especialmente en la nacionalización de los hidrocarburos. Dio las cifras que cambiaron las lógicas de su país en materia de inversión social, en infraestructura, en necesidades básicas insatisfechas (NBI) y contó que la decisión  de que Bolivia obtuviera el 82% de la renta petrolera y minera pasó por una decisión política sin dilaciones ni discursos y que ello les ha permitido avanzar sustancialmente como Nación.

La discusión que duró dos días, tuvo la participación por supuesto del anfitrión, el gobernador del Magdalena Carlos Caicedo. En una exposición contundente, clara, rememorando a Bolívar como el gran integrador, con la preocupación que tal vez ningún mandatario actual del continente o de nuestro país haya expresado al respecto; precisó elementos sustanciales que deben conducir a Latinoamérica hacia una real integración y desde allí hizo un llamado fraterno para que el presidente Petro, lidere este gran propósito de prepararnos, para asumir los nuevos retos de un mundo multipolar transversalizado por una crisis que está a  la puerta de todos nuestros hogares.

Las conclusiones de este encuentro fueron pertinentes. La reactivación de la CELAC (Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe) la UNASUR  (Unión de Naciones Suramericanas) ampliar el marco de integración del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que integre de manera coordinada, estratégica sólida, no solo nuestras economías, sino que propicie dentro de ese nuevo orden mundial que se está estableciendo dentro del multilarelismo, un accionar constante en función de la preservación de la especie, de la defensa del planeta en términos climáticos y la defensa de la dignidad humana en condiciones de vida que pongan a cada uno de los habitantes de este planeta por encima de la endemoniada carrera del “éxito” sobre la premisa de arrasar con quien se deba para lograr este innoble propósito.

Después de más de dos años del ‘sálvese quien pueda’ en nuestro continente, desde un pequeño pero histórico territorio aparece la figura de Carlos Caicedo como el gran integrador de Latinoamérica. A él todo mi reconocimiento por su visión y gran liderazgo, por preocuparse como pocos no solo por la suerte de los magdalenenses, sino especialmente por anticiparse a los acontecimientos y convocar a nuestra región a que juntos, abordemos con decisión y con mayor contundencia los tiempos difíciles que se avecinan.

Ojalá la mezquindad de algunos no se interponga en la imperiosa necesidad de la unidad y logremos avanzar en este necesario, inmediato y gran propósito continental.

@EmiroAriasBueno

* Economista – Magister en ciencia política

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