Fajardo se hundió solito

Por SANDRA GARCÍA

Los números de las encuestas no mienten: Sergio Fajardo a duras penas alcanzó el umbral en las votaciones del 29-M.

Los fajardistas, agobiados ante lo evidente, empezaron a buscar responsables de la debacle culpando desde lideresas sociales como Isa Zuleta hasta la ignorancia que hace muchos años habita en el país. En su afán, olvidaron al mayor responsable de tal desgracia: el propio Sergio Fajardo.

La incomodidad del país con Fajardo no empezó como muchos creen con haberse ido a contemplar ballenas. Hechos administrativos en su alcaldía como las famosas pirámides del centro de Medellín, la expropiación inadecuada de muchas familias para construir extensiones del metro o su extraño vínculo con Don Berna (¿han oido hablar de la Donbernabilidad?) ya causaban cierto escozor.

La cosa empeoró en su gobernación: Ituango, un municipio cuya población llevaba años siendo asesinada y maltratada, ahora era desplazada por el propio Fajardo con ayuda del ESMAD. Para implementar el mega proyecto hidroeléctrico sacaron de su territorio a muchos campesinos y pequeños mineros, entre esos Isa Zuleta, quien decidió denunciar y defender su territorio a través de Ríos Vivos.

Claudia López entra en contienda en el 2016 como precandidata presidencial, su voz estruendosa pero clara, su evidente antiuribismo respaldada por un partido de centro, aumentó sus cifras de apoyo rápidamente, muchas personas migraron hacia el partido verde, hasta que de la nada apareció Sergio Fajardo como fórmula presidencial, relegando a Claudia a una vicepresidencia, eso no gustó mucho entre los admiradores de Claudia y muchos de ellos se fueron con Petro.

Fajardo polarizó al país con su “no polaricemos”, dividió los votos e igualó de manera poco ética a Petro con Uribe, mientras en su evidente ego se hacía ver a sí  mismo como una figura inmaculada que no pertenecía a los supuestos extremos, muy crítico de Petro pero poco crítico de Uribe.

Para las elecciones en segunda vuelta del 2018  Fajardo se lavó las manos con el voto en blanco, dejó abandonados a sus votantes y se fue a ver ballenas, dejando todo el peso de la decisión a Claudia López quién en su lógica antiuribista se unió a Petro. Fajardo no dejó solamente a sus seguidores tirados, también a su fórmula presidencial, a su equipo, al país en una situación crítica y volvió a aparecer para ” apoyar” a Claudia en su alcaldía.

Durante el terrible gobierno de Iván Duque, Fajardo desapareció, su voz se escuchó de nuevo para decirle a una juventud y un país agotado que no protestarán que no era necesario. Llegó el inevitable estallido social con toda la violencia paraestatal, de manera urgente y también populista Fajardo reúne un equipo de políticos para “negociar” con la casa de Nariño en nombre de los que protestaban.

Fajardo de nuevo se encarama sin  preguntar a la población que protestaba, ni a los jóvenes si querían su representación. Su ego se hizo más fuerte, las críticas no esperaron y su intento de sobresalir lo hundieron más. Nunca lograron un acuerdo, pero se evidenció su populismo.

En su nuevo intento por alcanzar la presidencia, volvió con una alianza ególatra y curiosa, el Centro Esperanza, con personajes que la verdad sea dicha, no daban mucha esperanza. Increíblemente, el impoluto Fajardo no escogió a ninguno de sus supuestos contrincantes como fórmula vicepresidencial, lo cual le habría aportado mayor número de votos: un Alejandro Gaviria, un Humberto Calle…

Fajardo volvió a la contienda política (luego de su paseo ballenero) con su trillado tema de no polarizar, solo yo soy ético y decente, ” solo yo soy educado, inteligente y preparado.


En medio de su comportamiento agresivo-pasivo y mirando siempre por encima del hombro, pretendía ganar votos y apoyo. Cuando despertó y se dio cuenta del hastío del país hacía el uribismo, trató de aparentar ser antiuribista. Pero ya era demasiado tarde.

El pueblo que una vez abandonó, su desconexión con el sufrimiento de los jóvenes y de Colombia entera bajo el gobierno de Duque, llegar como si nada, no pedir perdón por irse a ver ballenas, no solo le costó votos. Fajardo ya no tiene credibilidad como político.

Adenda: Con la reciente adhesión de Fajardo al candidato populista Rodolfo Hernández, se demostró de nuevo su falta de ética y conciencia hacia los movimientos sociales del país. También se ha desvinculado de las mujeres, niñas y personas LGTBIQ+ que luchan desde siempre contra el sistema machista, misógino y discriminatorio que Rodolfo Hernández representa. 

@ladytron26

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