El adiós de la Abudinen y algunas preguntas sin resolver

Por HERMANN SÁENZ PRIETO

Se fue la ministra de las TIC, Karen Abudinen, pero el desfalco sigue sin resolverse. Los 70 mil millones de pesos continúan desaparecidos, los únicos que de verdad perdieron fueron los niños (de los colegios de áreas rurales que esperaban poder estudiar con Internet), porque a ella la acaban de nombrar alcaldesa ad hoc de Sincelejo, o sea que cayó parada.

Sea como fuere, algunos álgidos interrogantes han quedado tras su forzada dimisión, y aquí El Unicornio los deja consignados en constatación de que en Colombia “la realidad supera la fantasía”.

  • ¿Qué tan duro habrá sido el empujón con el que según Semana tumbaron a la ministra Karen Abudinen?
  • Si la periodista Paola Herrera de La W no hubiera hecho la denuncia sobre las irregularidades del contratista Centros Poblados, ¿no habría pasado absolutamente nada y la ministra seguiría en su puesto?
  • ¿Cuántos y cuáles otros contratos del Estado pueden estar hoy en circunstancias similares, pero la gente no lo sabe porque no ha habido un periodista acucioso que se ponga a escarbar entre los papeles?
  • ¿Tendrá algún efecto real la “investigación exhaustiva” que adelantarán los ‘parces’ de la ministra que hoy dirigen la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría? ¿Sobre todo esta última, paisana suya y también ficha de los Char, cada una en sus respectivos cargos?
  • ¿De qué hablarían tanto en las varias reuniones que sostuvieron las buenas amigas Karen Abudinen y Margarita Cabello? ¿Algo así como “me veo obligada a abrir investigación pero tranquila amiga, yo me encargo de embolatarla y llevarla a buen puerto”?
  • ¿Cuál fue la motivación de los partidos de oposición para mantener la moción de censura si la ministra ya había renunciado, a sabiendas de que podrían salir derrotados por la bien ‘aceitada’ tenaza oficialista?
  • ¿Cuál es la razón de ser de las mociones de censura, si antes de la votación los que saben que saldrán derrotados deciden renunciar, verbi gratia Abudinen y el exfiscal Néstor Humberto Martínez? ¿Se le puede llamar a esto cobardía?
  • ¿Acaso el presidente Duque se apresuró en pedirle la carta de renuncia, siendo que en la votación final habrían podido hacer la misma ‘jugadita’ para embolatar los votos en su contra?
  • ¿Por qué si había más de 150 congresistas registrados para votar, solo 65 votaron la moción?
  • ¿La gente volverá a elegir a los mismos representantes a la Cámara que votaron a favor de la ministra y la defendieron?
  • ¿En qué queda la interventoría de ese contrato, y qué pasó con sus garantes? ¿Se esfumaron?
  • Definitivamente, se puede dar por extraviado el anticipo (70 mil millones) de ese contrato? ¿Esa platica se perdió?
  • ¿Qué tanta participación injerencia o complicidad tuvo el todopoderoso clan Char en esto?
  • ¿Por qué nombraron a Karen Abudinen ministra de las TIC si no acreditaba ninguna experiencia en el ramo y por el contrario venía de dirigir el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF)?
  • ¿A la embajada de cuál país mandarán a la Abudinen?
  • ¿Por qué esa platica se la abudinearon preciso en los comienzos de una campaña electoral?
  • Mejor dicho, ¿cuántos tamales, tejas y votos se pueden comprar con 70 mil millones de pesos?
  • ¿Qué pasará con la conexión a Internet en las escuelas rurales de Colombia? ¿Se van a quedar así, fregados y con el agua lejos?
  • Cuando pasado el bochorno la Abudinen decida por fin lanzarse al Senado de la Repúbica, ¿quién será su fórmula a la Cámara en el Atlántico?
  • ¿Dentro de un mes, todavía nos estaremos acordando de esto?
  • Y por último, ¿alguien sabe por qué nos abudinearon el primer gol que le hizo Colombia a Chile?

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