Dos copas anuales, modelo obsoleto

Por GIOVANI CASAS*

Mientras las ligas más prestigiosas del mundo (la inglesa, la española o la alemana, para citar algunas) coronan a sus campeones luego de un año de intensa disputa entre tres o cuatro equipos que siempre puntean, pero en ocasiones pueden verse sorprendidos por conjuntos de media tabla, o incluso emergentes, en Colombia inician cuadrangulares atípicos (por los que no están), en un rentado que entrega trofeos cada seis meses.

Es decir, por cada campeón en otras partes del mundo aquí hay dos. La Liga Betplay premia a cualquiera que logre entrar en una lista de ocho equipos, luego de disputar puntos a lo largo de veinte fechas desparramadas por semana. Una fecha en Colombia dura siete días.

Pasa de todo en esta Liga Betplay. En el aspecto futbolístico, el torneo deja mucho que desear. La calidad del juego excede la torpeza; abunda en individualidades opacas y sociedades mal elaboradas. Aquí ninguno se salva, ni los “equipos grandes” que están llamadosa clasificar y ganar. Algunos de los más nombrados vienen en rachas de autosabotaje que nadie entiende. Nacional anda haciendo las del Envigado, apostándole a la venta de jugadores y estar ahí para mostrarlos. América inició un “proceso” de vuelo corto renovando estrategas cada cuatro meses, y su rival de patio, el Deportivo Cali, ensaya con sus socios fórmulas para superar la insolvencia que tiene al club con todo hipotecado.

El resto del espectáculo no es menos atractivo. Las barras son protagonistas recurrentes de enfrentamientos violentos; unos por rupturas de acuerdos con los clubes (caso Nacional), otros incentivados por crisis institucionales (caso Deportivo Cali) y otros tantos por pugnas entre ellas mismas. Aunque Colombia tiene antecedentes importantes en materia de prevención, investigación y políticas públicas para la convivencia en el fútbol, las tribunas (y fuera de ellas) suelen ser espacios complejos e impredecibles.

El monopolio de Win Sports, por otro lado, tecnológicamente es aceptable y cumple los estándares, pero retorna a los equipos colombianos cifras muy inferiores a las que perciben equipos de otros países de mano de los canales de televisión por concepto de derechos de transmisión. Si este rubro, que ronda el millón de dólares (para el caso colombiano), pretende potenciar el nivel del rentado, sólo basta sintonizar el canal para cerciorarse (y apagarlo enseguida).

Y el periodismo no se queda atrás. Es impresionante la variedad de formatos para analizar nuestro fútbol. Van desde los paneles de “expertos” que discuten decisiones arbitrales, resultados, estadísticas y cómo va la tabla, pasando por los que analizan los aspectos tácticos del juego y derivan en las ruedas de prensa o las transmisiones de los influenciadores. ¿Cómo ayudan a entender el fenómeno?

En fin. En breve habrá un nuevo campeón y al final del año otro más. Dos campeones que dan más de qué hablar que todas las ligas destacadas donde sólo gana uno: el mejor.

@casas_gio

* Giovanni Casas es deportista aficionado. Comunicador y Magister en antropología.

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial