“Cursi”, no hay quien se salve

Un conejo rosado y cuatro jóvenes actores se toman el escenario de La Casa del Teatro Nacional con la obra “Cursi”, no hay quien se salve: una alegoría al exceso de la emocionalidad humana que involucra al espectador, sumergiéndolo en el mundo de la cursilería por medio de una experiencia inmersiva, previa al inicio de la obra, mediante imágenes, sonidos, olores y música.

Con la dirección de Víctor Quesada y la actuación de Laura Pérez Montaña, Nicolás Poveda, Tatiana Rodríguez, Juan “Pelz” Herrera, Andrés Estrada, esta coproducción del Teatro Nacional y Exilia2, despierta cada uno de los cinco sentidos y ablanda los corazones para permitirnos gritar a los cuatro vientos y sin vergüenza: ¡somos las personas más cursis del mundo!

Desde el comienzo de la obra el público se podrá mirar en el espejo del amor propio, evocar el fervor de una madre que recuerda a la familia, recordar la primera vez que nos rompieron el corazón y refugiarnos en el recuerdo de los momentos felices con los amigos de la infancia.

En la óptica de Quesada: “Escribí “Cursi” como una pregunta por mis estados de emoción extrema en la que la alegría y el llanto me ganaban. Quise ofrecer una comedia cursi y dramática en la que nos pudiéramos sentir identificados, divirtiéndonos y permitiéndonos sentir lo que se nos dé la gana”.

Según Nicolás Montero, director artístico del Teatro Nacional, “para la Casa del Teatro Nacional siempre buscamos contenidos de autor y para ello les abrimos espacio a dramaturgos y directores que empiezan a explorar los mundos que les interesan y en ese sentido vimos que Víctor Quesada tenía una especie de confesión muy valiente y muy genuina”.

“Nos interesó mucho “Cursi”, no hay quién se salve por esa sinceridad y también porque en ella las emociones no sólo pasan por la palabra sino por una cantidad de estados de ánimo que son convocados a través de diferentes experiencias y Víctor lo que ha hecho con su equipo es convocar esas experiencias y abrir la puerta a estas emociones que en principio se definen como cursis pero que la obra lleva a unos niveles muy conmovedores sobre la condición humana, y eso no es fácil en el teatro”, concluye Montero.

Para la actriz Laura Pérez Montaña, “a través de las emociones de mis personajes en “Cursi”, el amor desmedido de una mujer enamorada, el profundo miedo a la soledad de una madre, una amiga terriblemente apasionada, me interesa conectarme con el público de manera genuina y vulnerable: en la carne más viva del ser humano”.

Y es que al final, no nos digamos mentiras: ¿quién no ha sido cursi?

Esta experiencia escénica propone identificar y reivindicar la libre manifestación de nuestras emociones para dejar un aprendizaje mediante el cual podamos aceptar nuestros sentimientos sin ningún tipo de represión o juicio.

La obra se puede ver en La Casa del Teatro Nacional de viernes a domingo hasta el 30 de abril. Carrera 20 #37-54, Bogotá

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