Aún queda un poco de tiempo

Por HUMBERTO TOBÓN*

Las cifras que les voy a contar son increíbles y aterradoras. Los dos polos de la Tierra perdieron desde 1990 un total de 28 mil millones de toneladas de hielo. El hielo de los casquetes polares se derrite por el efecto invernadero que ocasionan las acciones de los humanos, cuya consecuencia es un aumento persistente en el nivel de las aguas del mar. En los últimos treinta años ese nivel ha crecido 18 centímetros, una barbaridad y un peligro inminente para 500 millones de personas que viven a las orillas de los océanos y que se verán constantemente inundados y tendrán, necesariamente, que desplazarse hacia sitios más alejados y más altos.

Si el hielo se sigue derritiendo a razón de 2,6 millones de toneladas diarias (es la cifra de 2020), la tierra perderá el elemento que es capaz de reflejar la luz del sol y que permite regular la temperatura terrestre. En 2100, dicen los científicos, podría derretirse por completo el Polo Norte. Sin hielo, la vida en la Tierra no será posible por el aumento de la temperatura a niveles insoportables. El mes de julio de 2021 fue el más caluroso registrado desde 1878, cuando la Agencia Estadounidense de Administración Oceánica y Atmosférica comenzó a llevar registros oficiales de la temperatura en la Tierra. Recordar que la temperatura promedio que garantiza la vida en el Planeta es de 15oC y hace un mes fue de 15,8oC.

Con el nivel de pérdida de hielo en los polos, el incremento del nivel de las aguas de los océanos, según el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, podría llegar en 2100 a los dos metros, lo que dejaría una estela de destrucción inimaginable, afectando a varias de las más importantes economías del mundo.

Los océanos no sólo tienen más agua, sino que se están calentando, lo que hace que desaparezcan de manera constante e irreversible muchas especies de fauna y flora marina, la mayoría de las cuales aún no conocemos. Los seres humanos sabemos más de la Luna y Marte que de la vida en nuestros océanos.

También hemos sido testigos en las últimas semanas de aterradoras noticias sobre incendios en Estados Unidos, Grecia, Canadá, Italia, Rusia y Rumania. Igualmente, hemos visto imágenes de las trágicas inundaciones en Alemania, Bélgica y China. Gran parte del mundo convulsiona ante los fenómenos climáticos extremos, los cuales lesionan el bienestar de la sociedad, causando muerte, pérdida de bienes materiales y naturales, desplazamientos humanos, aumento de la pobreza, desazón y miedo.

El tiempo para actuar en favor del Planeta se agota, pero aún hay esperanzas, las cuales radican en la toma de decisiones políticas y administrativas de los gobiernos en cuanto a la matriz energética y su transición hacia fuentes no contaminantes; la aplicación de nuevas tecnologías para aminorar los efectos de la contaminación;  y, en acciones individuales de las personas en cuanto al consumo de agua, disposición de residuos y uso de vehículos no contaminantes.

@humbertotobon

*Estos comentarios no comprometen a la RAP Eje Cafetero, de la que soy Subgerente de Planeación Regional.

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