Por PÁVEL RONDÓN*
La reunión entre los presidentes Petro y Maduro fue de trascendental importancia. En primer lugar, por la frecuencia de las reuniones: dos en 67 días. Esto indica que se están reconstruyendo las relaciones entre los dos países a niveles muy superiores de periodos precedentes, sobre todo durante la gestión del presidente Iván Duque.
Los temas más tratados fueron los dedicados al intercambio económico social y al desarrollo. En cuanto a frontera, hay un enfoque nuevo y trascendente, pues con la reivindicación de lo trasfronterizo se inaugura una nueva etapa en las relaciones fronterizas conceptualmente y en la actividad, pues amplían el espacio antes solo fronterizo y las actividades a realizar. Y ordenan reabrir todos los pasos y facilitar el transporte de mercancías y de pasajeros público y particular. Por cierto, las autoridades locales y regionales en frontera no han instrumentado cabalmente esos cambios.
La imprecisión está en el punto 7, donde ambos presidentes anuncian: “Se creará una comisión técnica para construir y formular proyectos de conectividad entre el Mar Caribe y el Pacífico“. Como se sabe, el Caribe se inicia en el sureste de México, hasta Surinam. Obvio que se refieren a Colombia o Venezuela. Pero surge la duda, y ya algunas agencias informan que se trata de la conexión Buenaventura-Barranquilla. Pero si fuese así, sería un proyecto dentro de Colombia y lejos de la frontera común, por lo que podría no ser tema de esta cumbre binacional. Pareciera que se refieren entonces al Caribe venezolano. En esto se debe brindad claridad.
Al respecto, recordamos que en el año 2007 desde la embajada en Bogotá coordinamos un equipo que presentó a los dos países un Proyecto Ferroviario desde el caribeño Puerto Cabello en el Estado Carabobo, conectándose con Arauca en Guadualito-Estado Apure y llegaría al puerto de Yurumanguí en las costas pacíficas de Buenaventura. Acercando al sur colombiano al Caribe vía al Atlántico, y a Venezuela al Pacifico vía a las costas oeste de EE. UU. y de Centroamérica. Y sobre todo, facultaría la conexión con China y el resto de Asia.
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