Terror y bonanza cocalera en el gobierno Duque

Por JULIÁN ESCOBAR

Hace cinco semanas la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) emitió el último reporte sobre la situación de los cultivos ilícitos en Colombia. Las cifras son escalofriantes. De acuerdo con el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), en Colombia se han reducido en un 7% las áreas de coca sembrada, y en sorprendente paradoja la producción de cocaína se ha incrementado a un 8%. ¿Qué significa esto?

Son datos irrelevantes para los medios de comunicación masiva, pero son la antesala de una escalada de violencia sin precedentes. El incremento de la producción de drogas ilícitas en el país se está produciendo en las narices del gobierno Duque y en las regiones más afectadas por la violencia asociada al narcotráfico: los departamentos del Chocó, Cauca, Valle del Cauca y Nariño. Territorios que están siendo vulnerados por las mafias internacionales, los paramilitares, y las disidencias de las Farc, entre otros grupos al margen de la ley.

Sin embargo, las cifras de Naciones Unidas sobre el incremento de la producción de cocaína para uso recreativo, solo refleja al mismo tiempo un problema social en Colombia de profundas repercusiones. Según los datos de la propia Defensoría del Pueblo, en el primer trimestre del 2021 fueron desplazadas más de 27.000 personas provenientes de la región suroccidental del país (cifra que sigue en aumento por ejemplo con el caso de Ituango), especialmente en el Litoral Pacífico colombiano, donde los grupos al margen de la ley siguen incrementando sus riquezas a la par que crece el número de desplazados y hectáreas para la producción de cocaína. ¿Coincidencia?

Pues no, de hecho, según el mismo reporte de la Defensoría del Pueblo, el 53,2 % de los 27.435 desplazados son procedentes de comunidades indígenas y afro. Sectores sociales que han sido vulnerados por la evidente ausencia estatal, que ha permitido que los grupos al margen de la ley no solo incrementen sus riquezas mediante el despojo de tierras, sino que además amplíen su cobertura territorial para expandir controladamente el cultivo de coca.

El exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry aseguró que la venta de cocaína para el último trimestre dejó una renta de más de 12 mil millones de dólares, que equivalen aproximadamente al 4 % del PIB colombiano. Esto implica según Echeverry que, por primera vez en la historia colombiana, la cocaína ha pasado a ser una plataforma de la economía colombiana con fuentes de producción y distribución ilegales [1]. En pocas palabras, en el desgobierno de Iván Duque Colombia pasó de importar más cocaína que hortalizas o insumos agrícolas.


“El incremento de la producción de drogas se complementa con el empoderamiento de las mafias que han cooptado el aparato estatal”. Julián Escobar

Curiosamente, este fenómeno social no es nuevo. En 2020 la pandemia disparó el consumo de cocaína y de cannabis en el mundo, al mismo tiempo que se incrementaban los asesinatos de líderes sociales e indígenas de nuestras comunidades ancestrales. Ya son más de 1.200 líderes sociales en lo que va del mandato de muerte del gobierno Duque, dizque por culpa de la bonanza cocalera. Pero ¿qué podemos deducir de todas estas cifras?

Al paso que se incrementa la producción de drogas ilícitas, crece el número de desplazados y de muertos en el país. Esta relación simétrica entre cocaína y sangre pone el dedo en la llaga del gobierno Duque. Su gestión no ha hecho más que acabar la lucha del cuarto punto del acuerdo de paz (solución al problema de drogas ilícitas) al inferir que el uso del glifosato es el arma contundente en contra del narcotráfico. Sin embargo, las cifras dicen todo lo contrario. ¿Lo haría intencionalmente?

Duque le miente al país cuando dice que el narcotráfico ha retrocedido en Colombia. Como lo deja ver una columna de Gustavo Bolívar titulada Alerta Aeropuerto, el incremento de la producción de cocaína y marihuana se complementa con el empoderamiento de las mafias, que han cooptado la institucionalidad del aparato estatal colombiano. No hay que ir muy lejos: en solo dos meses de bloqueos debido a la protesta social en los departamentos del Cauca y en el Valle del Cauca, lograron disparar el precio mundial del gramo de cocaína. Por eso han usado los medios de comunicación para trivializar la protesta, al punto de asesinar y desaparecer jóvenes en el sur del país.

Los datos arrojados por entidades nacionales e internacionales dejan ver lo complejo de la realidad colombiana. Nos estamos volviendo más cocaleros, o como dicen vulgarmente: más productores de «perico». No solo en el consumo, sino en la producción. Entre tanto, los recientes casos que han salpicado al gobierno de Uribe (la ‘Ñeñepolítica’, el ‘Memo Fantasma’, el exembajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente, la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, y la ahora presidenta de la Cámara de Representantes Jennifer Arias por nexos con el narcotráfico en el departamento del Meta), son tan solo la cabeza del iceberg que deja entrever la podrida relación del narcotráfico con el uribismo en su gobierno.

No podemos hacernos los de la vista gorda. La relación del narcotráfico con la violencia social es la misma. No es extraño que los medios de comunicación masiva quieran acostumbrarnos a escuchar de una masacre por allí y otra masacre por allá, y no pase absolutamente nada.

¡Qué horror! La bonanza cocalera en estos tiempos es la peor amenaza para el país. Una amenaza que se ha consolidado históricamente y que tiene salpicado al gobierno con más elevado número de mulas y avionetas confiscadas en la historia de la guerra contra las drogas.

@julianaandreses

Fuentes:

[1] https://www.unodc.org/colombia/es/datos-y-tendencias-del-monitoreo-de-territorios-afectados-por-cultivos-ilicitos-en-colombia-2020.html#:~:text=Mapa%20del%20Sitio-,Datos%20y%20tendencias%20del%20monitoreo%20de%20territorios,cultivos%20il%C3%ADcitos%20en%20Colombia%20(2020)&text=Bogot%C3%A1%20D.C.%2C%209%20de%20junio%20de%202021.&text=Los%20departamentos%20que%20presentan%20incrementos,%25)%20y%20Choc%C3%B3%20(18%20%25)

https://www.dw.com/es/m%C3%A1s-de-27000-desplazados-en-colombia-en-el-primer-trimestre/a-57346131

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