Por DAVID ESCOBAR
A finales de marzo hubo una polémica en medios de comunicación, sobre un trino del senador y candidato Gustavo Petro, quien a su vez respondía a un trino de RCN con un texto titulado “Petro nos quiere atracar” (ver tweet). Al citar la publicación Petro afirmó: “Neonazis en RCN” (ver tweet).
Algunos medios de comunicación salieron en defensa del columnista de RCN, y la Fundación para la Libertad de Prensa afirmó que el mensaje de Petro en el que relaciona a David Ghitis y a RCN con el fascismo es “una campaña de desprestigio, con fines electorales” (ver comunicado). Sin embargo, otros periodistas cuestionaron el oficio de David Ghitis:
“Me ofende profundamente que quién en el pasado me ha tildado de guerrillero, de delincuente y que promueve agendas de odio hoy es considerado periodista por la @FLIP_org” – Gerald Bermúdez. Fotoperiodista. (ver tweet)
“Nunca he logrado entender por qué miembros de la @FLIP_org agotan su energía en perfilar como activistas a periodistas y en convertir en víctimas a activistas de la bodega uribista pagados por el gobierno. Creo que el debate es más con esos integrantes que con el papel de la ONG”. – Julián F. Martínez. Periodista. (ver tweet)
Las dos definiciones anteriores muestran a David Ghitis fuera del periodismo. ¿Y si no es periodista, entonces qué es? ¿Quién es realmente David Ghitis?
Según el perfil de Ghitis en la red social LinkedIn (que él mismo eliminó tras la polémica con Petro), éste trabajó como Ingeniero de Soporte de Campo desde 2009 en Verint, hasta que la empresa cambió de nombre a Congnyte, donde continúa actualmente (Ver imagen).
Verint es la firma israelí detrás de diversas plataformas de espionaje en Colombia. Según la fundación Karisma, Verint estuvo involucrada “en la prestación de sistemas con capacidad de vigilancia de Internet para Colombia”, y tenía contratos con el DAS, DIPOL y la Dirección de Investigación Criminal (DIJIN) para el “suministro de equipos de vigilancia de comunicaciones que las agencias no tenían autoridad legal para operar de forma independiente. Verint proporcionaba sondas para llevar a cabo vigilancia de redes de comunicaciones para el DAS, incluso después de que la agencia comenzara a ser investigada por sus actividades ilegales” (ver informe). Dichas actividades ilegales fueron conocidas como Chuzadas (interceptaciones ilegales), fundamentales en la guerra llevada a cabo por el DAS contra periodistas, defensores de DDHH, opositores políticos, etc.
Verint implementó la Plataforma Única de Monitoreo y Análisis (PUMA), para interceptar telefonía fija y celular, que funcionó en Colombia desde el 2001. “es capaz de interceptar y almacenar “potencialmente todas las comunicaciones transmitidas por los cables de alto volumen que componen la troncal de la que todos los colombianos dependen para hablar entre ellos y enviarse mensajes (…) sus capacidades están en el orden de la vigilancia masiva. En 2013, la policía asignó al sistema 50 mil millones de dólares para convertir a PUMA en un sistema integral de interceptación de voz, VoIP, Internet y redes sociales en los proveedores de telefonía fija, móvil e internet” (ver informe citado). La cifra de inversión varía en otras fuentes, pues según información oficial del exMindefensa Juan Carlos Pinzón, citado por el diario El Espectador, se iban a “invertir 100 mil millones [de pesos] en el sistema PUMA (plataforma unificada de monitoreo y análisis) que fortalecerá la capacidad de inteligencia de la policía nacional” (Ver noticia). Verint también está detrás del “Sistema integrado de grabaciones digitales” (SIGD) que administra la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIPOL) “puede hacer búsqueda de patrones, personas, números o servidores. Teóricamente, puede “captar 100 millones de registros de datos de llamadas al día e interceptar 20 millones de SMS diarios” (ver informe citado).
Congnyte (la empresa sucesora de Verint para la que trabaja Ghitis) también está está involucrada en espionaje y vigilancia a activistas en plataformas como Facebook (ver más) . Según declaración oficial de Facebook, Congnyte hace parte de un grupo de empresas que abusan de las plataformas de redes sociales para recopilar inteligencia (incluyendo datos sensibles), incluso manipulando a las personas para que revelen información y comprometan sus dispositivos. Los objetivos incluyen “periodistas, disidentes, críticos de regímenes autoritarios, familias de miembros de la oposición, activistas de derechos humanos” (ver fuente). En total, la compañía dice que eliminó aproximadamente 1500 cuentas que, según dice, formaban parte de operaciones de vigilancia por contrato. Facebook se ha referido a estas compañías como ‘mercenarios cibernéticos’ o ‘vigilantes a sueldo’.
David Ghitis también es “integrante del comité garante del Centro Democrático” (Partido de gobierno), y el que llame al candidato Gustavo Petro en su artículo “atracador”, obedece a una táctica del mercenarismo corporativo que “se legitima genéricamente a partir de la eficacia en la confrontación del enemigo ideológico y se justifica a sí mismo por la invocación de valores relativos a la seguridad (vida, propiedad, orden y valores) en relación con la percepción moldeada de una amenaza interna”(1), aparentando un seguimiento de las normas de sinceridad, para manipular la opinión pública.
El mercenarismo corporativo ha sido constante en los sistemas fascistas, donde el clima de odio alrededor de opositores políticos o minorías se ha azuzado en medios: el diario Der Stürmer en Alemania Nazi caricaturizaba a los judíos tratándolos de ladrones responsables de “desfalcos financieros” (2); El Mercurio Sociedad Anónima Periodística (El Mercurio S.A.P.) es una empresa chilena de medios que durante el pinochetismo manipuló deliberadamente información en connivencia con los aparatos represivos de la dictadura militar chilena, usando fake news para legitimar, entre otras cosas violaciones de DDHH, las ejecuciones extrajudiciales, presentándolas mediante montajes como muertes en combate (3); la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas transmitió propaganda contra los tutsis creando una atmósfera de odio en la nación africana que permitió el genocidio (4). En Colombia vamos tarde para investigar el fenómeno del para-periodismo, aunque es sabido que ha existido. El ejemplo de marras es Ernesto Yamhure, quien trabajando en El Espectador recibía orientaciones editoriales del jefe paramilitar Carlos Castaño (ver más).
En su comunicado en defensa de David Ghitis, la FLIP sostiene que “es deber de los y las candidatas respetar las opiniones que los y las periodistas difunden sobre ellos” (ver comunicado). La FLIP es una autoridad en asuntos de Libertad de Expresión en Colombia, y aunque no es un tribunal de ética, sus premisas se fundamentan en valores democráticos. Al postular el respeto de todas las opiniones, sin distinción de su contenido, tiende a suprimir la particularidad que dichas opiniones expresan, como si no hubiera posibilidad de análisis más complejos. La idea de que la equivalencia de todas las opiniones es un síntoma de progresismo político, y que es el fundamento de la democracia, es una creencia absolutamente imbécil y contradictoria. El relativismo extremo arma una trampa social. Si todas las opiniones valen lo mismo, las creencias de los antidemócratas son tan válidas como las de los demócratas. Un sistema formal que permita demostrar una expresión y la negación de ella es contradictorio o inconsistente. La paradoja de tolerancia fue descrita por el filósofo austríaco Karl Popper tras la segunda guerra mundial: si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes.
NOTAS:
(1) Vilma Franco. “El mercenarismo corporativo y la sociedad contrainsurgente”. Pag. 74.
(2) LA REDACCIÓN DE LAS NOTICIAS. Museo del Holocausto. Link: https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/writing-the-news
(3) El diario de Agustín. Documental. Ignacio Agüero. 2008. Link: https://cinechile.cl/pelicula/el-diario-de-agustin/
(4) The Role of Radio-Télévision Libre Des Mille Collines in The Rwandan Genocide : An Analysis From The Theoretical Perspectives of Intergroup Threat and Aggression. International Journal of Research and Innovation in Social Science (IJRISS). Volume V, Issue IX, September 2021. Link: https://www.rsisinternational.org/journals/ijriss/Digital-Library/volume-5-issue-9/154-163.pdf