Petristas, el enemigo no es Alejandro Gaviria

Por JORGE GÓMEZ PINILLA

Tomado de El Espectador

En días pasados el exvicepresidente y hoy candidato al Senado, Humberto de la Calle, publicó un trino en respaldo a Alejandro Gaviria, producto de un encuentro callejero entre ambos. Lo primero que sorprendió fue la reacción acalorada de muchos petristas, atacando a uno y otro o volcándose allí en masa a responder con videos y consignas a favor de su candidato, Gustavo Petro. (Ver trino).

Ante esto mi amigo y tuitero Andrés Calle Noreña me envió por Whatsapp una reflexión que quiero compartir aquí, pues muestra las consecuencias que puede traer el disparar contra alguien que, al pretender debilitarlo, termina por debilitar la causa que defendemos. Y dice así:

“Increíble ver los comentarios que hacen por el encuentro de Alejandro Gaviria y De la Calle. No se dan cuenta de la importancia para el país de tener un senador como este último. Ni de la necesidad de que a la Coalición Centro Esperanza le vaya bien con Gaviria.

Qué miopía y qué soberbia la de los petristas, están convencidos de que van a ganar en 1ra. vuelta. No se dan cuenta de que es importante ver quién conviene para competir en 2da. vuelta. De que, si se repite el escenario del 2018, Petro podría volver a perder.

No son conscientes de la necesidad que tenemos los demócratas de que a 2da. vuelta pasen dos candidatos que estén comprometidos con apoyar, defender y sostener los Acuerdos de paz, para que la elección presidencial no se convierta en otro plebiscito, para que la paz no quede pendiente o el uribismo acabe de hacerla trizas.

Se niegan a captar que si hay una segunda vuelta con dos candidatos que apoyen la paz (que no sea ninguno impuesto por Uribe), al que gane, lo van a dejar gobernar. Se va a poder tener una oposición racional. Y tener proyectos de país, por encima de personalismos, de partidos, de componendas”.

En coincidencia con Andrés Calle, dije en alguna columna anterior que “la urgencia histórica está en lograr que así no lleguen unidos a primera vuelta, la izquierda y el centro logren propinarle una derrota al ya desgastado Centro Democrático, impidiendo que pase uno de los suyos a segunda vuelta”.

¿Qué pasaría en un escenario donde los enfrentados fueran Gustavo Petro y el candidato del uribismo? Primero, que al Establecimiento le quedaría mamey revivir el miedo al “totalitarismo” de Petro o fortalecer como opción dañina el voto en blanco, para nada descartable si de nuevo fuera Fajardo el tercero en la contienda, pues volvería a jugar a favor del triunfo del candidato derechista. O sea, a favor del Establecimiento. ¿Por qué? Porque detesta a Petro.

Por eso hay que aplaudir que Humberto de la Calle y Alejandro Gaviria estén haciendo campaña juntos para destronar a Fajardo de la preferencia electoral y derrotarlo en la consulta de marzo, y el petrismo en lugar de atacarlos debería inclinarse más bien por practicar una sana -incluso alegre- competencia entre afines a los que en un mediano plazo se les puede necesitar.

Supongamos que en una eventual segunda vuelta entre Petro y el candidato de la derecha, gane Petro. ¿Qué pasaría? Que los que quedaron de segundos no solo le harían ingobernable su mandato, sino que acudirían de nuevo, como lo hicieron con Juan Manuel Santos, a aplicar la consigna laureanista de “hacer invivible la Republica”. En síntesis, serían otros cuatro años de pesadilla.

En cambio, ¿qué pasaría si el 29 de mayo la segunda vuelta fuera entre Petro y el candidato del centro? Bueno, depende.

Depende de si al que le toque enfrentar sea Fajardo o Alejandro Gaviria, porque si fuera el primero, este pechito votaría a ojo cerrado por Petro. Si fuera el segundo, sin importar quién gane, esas dos fuerzas políticas sentarían las bases para el desarrollo armónico de un gobierno estable, sobre los rieles institucionales de una gestión ejecutiva versus una oposición encarnada en la segunda más alta votación.

En resumidas cuentas, a donde quiero llegar es a que si el candidato ganador de la consulta fuera Gaviria y no Fajardo, el primero tendría más posibilidades no solo de derrotar en primera vuelta al candidato de la derecha, sino de contribuir a hacer de Colombia un mejor país como jefe de la oposición después del 7 de agosto de 2022.

Hasta hace un tiempo breve el suscrito columnista estaba seguro de que su voto el 13 de marzo en la consulta del Pacto Histórico sería por Petro, pero he recapacitado, en los siguientes términos:

Es un hecho indubitable que el exalcalde de Bogotá pasará a segunda vuelta, así que puede resultar más conveniente darle a mi escogencia la categoría de voto útil. Hablo desde una orilla más cercana a la izquierda liberal representada en Petro, que al oficialismo liberal del que proviene Alejandro, mientras que la opción Fajardo solo me produce la más profunda desconfianza.

La urgencia del momento, entonces, es impedir que el candidato de la derecha pase a segunda vuelta. En busca de dicho objetivo, anuncio desde ahora mi voto por Alejandro Gaviria en la consulta del centro el próximo 13 de marzo.

Fin del comunicado.

Post Scriptum: El único aspecto positivo para Iván Duque cuando abandone la Presidencia, es que podrá recuperar el color natural de su pelo teñido. También podrá ponerse a dieta, para rebajar de peso y que dejen de compararlo con un cerdo. De resto, la indignidad de su mandato espurio lo acompañará a donde vaya.

@Jorgomezpinilla

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