El exrector de la universidad de Los Andes, Alejandro Gaviria, habló con El Unicornio sobre su paso por la Coalición Centro Esperanza y los hechos que afectaron su candidatura a la presidencia de Colombia. Anunció que no piensa retirarse de la política y que, en un eventual escenario de segunda vuelta que enfrente a Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, “usted puede inferir mi voto”.
A continuación algunos de los fragmentos más importantes de la entrevista, que puede ver completa aquí:
“El clima de opinión en Colombia y en el mundo no es favorable para opciones como la de Humberto de la Calle y la mía. El clima tan exaltado de opinión pública es un escenario muy difícil para una persona como yo, que representa otro tipo de valores”.
“A mi candidatura la afectó una historia política que no pudo darse. Yo estaba de alguna manera en tierra de nadie, y a la Coalición llegué tarde. Políticamente la candidatura no pudo consolidarse. Y los 336 mil votos que saqué fueron votos de opinión”.
“Esas coaliciones como se dieron este año, no son buenas para la democracia. Son una especie de primarias, pero no primarias al interior de los partidos, fue un invento colombiano para esta elección de 2022”.
“Yo hice parte de la coalición, firmé un acuerdo de coalición y tengo que respetar ese acuerdo, por lo menos hasta la primera vuelta. La tarea que me han puesto es aportar en la generación de ideas, mejorar los programas y presentar una serie de ideas que más allá de la candidatura de Sergio Fajardo, puedan ayudarle al país a ir definiendo la agenda”.
“La elección que viene va a ser una contienda entre dos visiones de cambio, entre esas la de Sergio Fajardo. Quien no articule una visión de cambio, no puede ser presidente de Colombia. El país quiere un cambio, es el sentimiento predominante”.
“Lo que yo puedo aportar al debate público es precisamente una visión de cambio. Yo he definido la mía como liberal, porque creo que la dignidad y el respeto a los derechos humanos hace parte principal de una visión de centro. Y es progresista en el sentido de combatir ciertos poderes paralizantes. Uno tiene que combatirlos si quiere lograr el cambio social, combatir por ejemplo la concentración de poderes económicos y políticos, y las hegemonías regionales en manos de clanes familiares”.
“La campaña propiamente dicha, la que yo adelanté, comenzó en enero de este año, cuando ya teníamos algo de recursos y una agencia de publicidad. Pudimos hacer algunos viajes por el país, pero fue muy poco tiempo, de enero a marzo 13. Solo dos meses y medio, yo creo que la campaña se vio afectada por eso”.
“En desarrollo de la campaña creamos la fundación Colombia tiene futuro. Voy a trabajar durante lo que resta del año en fortalecerla, promoviendo las ideas liberales y mi visión de cambio social, mirando qué espacios se abren”.
“Esta no fue una aventura política, de recoger las cosas y retirarme, yo no voy a hacer eso. Yo voy a seguir participando. ¿De qué manera? Aún es una pregunta abierta”.
“Me preocupa que lo que falta de esta campaña va a ser muy violento, en muchas formas. Esa idea liberal y plural de respetar a los otros… no va a ser muy tenida en cuenta. Pero el sentimiento predominante de Colombia es el cambio, y el problema es que estamos durmiendo sobre un volcán. Esperemos que el cambio no se dé de una manera violenta, yo soy optimista en eso”.
“De aquí a las elecciones en mayo, tengo la obligación de acompañar el candidato de la Coalición Centro Esperanza. Dependiendo de lo que pase el 29 de mayo, todos los que estuvimos en la contienda política tenemos la obligación de tomar partido en junio, en la segunda vuelta. Yo no me voy a ir a ver ballenas ni voy a votar en blanco”.
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