Soplan vientos de golpe de Estado

Por HUMBERTO VÉLEZ*

En esta etapa de crisis económico-sanitaria, la más compleja e incierta que ha tenido el país en su historia, por los cuatro costados físicos y mentales de Colombia han venido brotando unos vientecillos con tufillo a un deseo y/o necesidad de un Golpe de Estado; y ello ha sucedido cuando  al teatrero de Duque se le embolató el papel en el que  Uribe, el director de la obra, lo entrenaba para ser presidente de algún país parecido a Colombia.

No es que pensemos que un Golpe de Estado esté a la vuelta de la esquina, pero sí intuimos que es una posibilidad real, de sumo interés para la derecha.

 Pero, ojalá no me interpreten mal. No he dicho que  en alguna fracción o rama de las Fuerzas Armadas se esté preparando un Golpe de Estado; pero sí digo ahora, que el presidente Uribe ya les dijo a soldados y policías que para qué tenían en sus manos las armas del Estado, que estuviesen listos para, si era del caso, “ponerlas a Gobernar desde el Palacio de San Carlos”. Por ahí y desde ahí, se expandieron los primeros vientecillos con olor a posibilidad de un Golpe de Estado. Tampoco he dicho que con el proceso ascendente del paro contra la Reforma Tributaria, no obstante la muy explicable presencia de varias docenas de vándalos-delincuentes-ladrones, el Comité de este histórico movimiento ciudadano, haya invitado a un Golpe de Estado. Pero, sí he dicho, y lo reitero ahora, que de cara a las dinámicas y resultados parciales del evento, el paro podría echar para atrás los otros proyectos de Duque, pero que por ahí se han escuchado otros vientecillos con el olor ya indicado de “parar en seco el paro” mediante un Golpe de Estado.

Tampoco he dicho que sean la derecha y la ultraderecha las que estén, in pectore, pensando en una idea así, pues serían ellas mismas las se estarán “autogolpeando”, pero sí he dicho, y lo reitero ahora, que por ahí también anda rondando el mismo vientecillo, pues un Golpe de Estado sería la mejor manera, de sacar a Petro del camino a la Presidencia con un triple y perverso efecto: 1. se enterraría así definitivamente la posibilidad muy real de Petro Presidente 2022-2026; y 2. el Uribe Ex presidiario quedaría borrado del mapa judicial del país; y 3. en el contexto  de una crisis económico-sanitaria cada mes más aguda, las derechas tendrían  un gobierno militar enfrentándola desde el Enfoque su Enfoque, el Neoliberalismo.

No es que pensemos que un Golpe de Estado, esté a la vuelta de la esquina; pero sí intuimos ahora, más que analizamos,  que ésa puede ser una posibilidad real que le puede interesar a las derechas si no le encuentran una solución a la crisis política en el corto plazo, amén de que sí sería para ellas, su ideología y sus intereses, un horizonte promisorio en el mediano y largo plazo, pues  los que han gobernado inyectando miedo, ahora tienen miedo de un Gobierno de Petro.

* Docente investigador, profesor honorario de la Universidad del Valle, miembro fundador de REDUNIPAZ, Consultor y asesor de programas de Transformación de Conflictos.

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