La niña de 12 años, perteneciente al pueblo embera katío, fue secuestrada y violada el lunes pasado en el corregimiento de Santa Cecilia, Pueblo Rico (Risaralda), por siete uniformados del Ejército.
Los siete soldados aceptaron cargos por el delito de acceso carnal abusivo, seis de ellos en calidad de autores y uno más como cómplice.
Las más de 40 acciones investigativas dispuestas por la Fiscalía fueron determinantes para poner en evidencia a los regulares adscritos al Batallón de Alta Montaña del Ejército Nacional en Génova (Quindío), que servían de apoyo al Batallón de Artillería San Mateo con sede en Pereira.
El juez Promiscuo Penal Municipal de Pueblo Rico (Risaralda) atendió la petición de la Fiscalía e impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario para los procesados, la cual deberá cumplirse en una guarnición militar que cuente con las condiciones necesarias.
Los soldados enfrentarán una pena entre 16 y 30 años de prisión y no tendrán ningún tipo de beneficio o rebaja en su pena, a pesar de haber aceptado los cargos por el delito de acceso carnal abusivo contra la menor.
Algunas voces pidieron la cadena perpetua, a propósito de que la semana pasada se aprobó en el Congreso aprobó esta norma para agresores de menores. Sin embargo, penalistas consultados aclararon que esta ley aún no está reglamentada y por tanto no les puede ser aplicada.