La Minga no es tan pinga

Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Uyy, la Minga ya llegó,
la Minga está en Bogotá.
Para algunos, ¡qué más da!
para otros, ahí voy yo.
Por la dignidad marchó
para que el país comprenda.
y aunque muchos los ofendan,
las etnias de Pachamama
de reclamar no se maman,
a los ‘indios’ que gobiernan.

Con actitud displicente
dijeron, tenían contagio
y portaban el sufragio
para la gente decente.
Incluso hasta el presidente
discursió lanzando dardos,
de epítetos un buen fardo;
los conminó a dialogar
en una mesa informal
con dos ministros petardos.

Dijo “la pandemia ha vuelto
a éste nuestro territorio”;
pero olvidó el gran jolgorio
cuando el Jefe quedó suelto.
Gritaron que estaba absuelto
en desfiles de montones,
exultantes y bribones
con venia presidencial
que eso sí, no lo vio mal
creyéndonos muy “güevones”.

Para la Minga, empellones;
para aquellos, tolerancia,
pues los mueve la ignorancia;
se les premia el ser lambones.
Indígenas por montones,
exigen diálogo abierto
y causa gran desconcierto,
que el presidente no acuda;
por lo cual queda la duda
si es que se volvió mamerto.

Es decir, intolerante,
arbitrario de esa lista,
vanidoso y arrogante,
que desprecia al que es marchante
como otro castrochavista.

GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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