Adolfo Zableh Durán en su columna de El Tiempo manifiesta sentirse ofendido por no haber aparecido en la lista de tuiteros que mandó a perfilar el Gobierno, en consideración a que “una de las gracias de estar en Twitter es sentirse importante, más allá de que en realidad seamos un cero a la izquierda”.
Y se pregunta: “¿qué sentido tiene estar allí si no lo perfilan a uno después de diez años de estar tuiteando?”. Y añade que mientras unos lo llaman perfilamiento desde el Gobierno lo catalogan como monitoreo y ambos tecnicismos vienen a ser lo mismo.
Para Zableh una cosa es que las empresas hagan análisis similares para saber la percepción que los consumidores tienen sobre ellas, pero una cosa es que lo haga una marca de ropa y otra “que el Gobierno use tu propio dinero para analizarte y saber qué piensas de él”.
“Parecen adolescentes Duque y su partido, inseguros, preocupados más por lo que dicen de ellos que por administrar el país”.
“¿Qué es esa manía de clasificar a la gente en bandos de buenos y malos, de gente a favor y en contra? ¿No es esa la actitud que nos tiene sumidos en una guerra no declarada que lleva décadas?”.
Según Zableh, el informe se filtró por torpeza sino más bien se hizo adrede, como una cortina de humo para hacer por detrás lo que de verdad les interesa sin ser monitoreados. “En eso son expertos también: miren lo que pasó con los errores cometidos en la solicitud de extradición de Salvatore Mancuso”.
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