La semana pasada en una comparecencia ante la Comisión de la Verdad, el expresidente Andrés Pastrana entregó al padre Francisco de Roux una carta en la que los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali, afirman que en la campaña de Ernesto Samper de 1994, cuando ganó la Presidencia derrotando a Pastrana, sí entraron dineros del narcotráfico.
La carta la recibió Pastrana de manos del médico terapeuta Santiago Rojas, quien en prisión atendió a los hermanos Rodriguez. El texto tiene fecha del 12 de junio del año 2000.
Este martes, los Rodríguez Orejuela reaccionaron a lo presentado por Pastrana con otra carta, donde revelaron que la mediación de Rojas consistió en presionar para que desde la cárcel Picota de Bogotá firmaran la carta incriminatoria contra Ernesto Samper y el ministro del Interior de entonces, Horacio Serpa, a cambio de no ser extraditados hacia Estados Unidos.
Según los capos mafiosos, Rojas les dijo que la única solución para que no fueran enviados a Estados Unidos era que ellos escribieran la carta contra Samper y Serpa. Él se comprometía a que esa carta no se haría pública, que solo se les mostraría a ellos para que desistieran de hacer declaraciones públicas sobre los escándalos de Dragacol y Chambacú, que involucraban a personas cercanas a Pastrana.
Los Orejuela afirman en la carta que financiaron la campaña conservadora de Pastrana. “Como usted y las personas que nos conocen saben, somos liberales de hueso colorado, pero antes que todo somos demócratas. Por esta última razón ayudamos en los últimos 50 años del siglo pasado tanto a Liberales como a Conservadores. Su campaña no podría ser una excepción y de eso un testigo de excepción podría ser el doctor Álvaro Pava hijo”. Álvaro Pava es un dirigente conservador que en la actualidad se desempeña como embajador en Argentina y que fue miembro de la campaña de Pastrana en 1994.
“La única manera en que usted podría decir que no lo sabe es que también haya sido a sus espaldas como en el caso hipotético del doctor Ernesto Samper. Doctor Pastrana, si usted cree que esto último es falso, y se siente agredido lo invitamos a que nos denuncie ante la autoridad que usted en su conocimiento crea que es la competente”, dice la carta.
En otro aparte le dicen a Pastrana: Señor expresidente, se le olvidó contarle a la Comisión de la Verdad su participación criminal en los tan sonados contratos de Dragacol y Chambacú donde usted fue el jefe de esa conspiración delincuencial para defraudar al Estado en varios millones de dólares”.
Recordando el caso del doctor Santiago Rojas, dicen que estando presos en la Cárcel La Picota, recibieron una visita de este doctor, médico de Presidencia y quien escriben es un “amigo común”, a él le fue entregado un mensaje de Pastrana de que estaba dispuesto a extraditarlos a Estados Unidos, “así sea por vías administrativas”.
En la misiva dice, expresidente Pastrana: “no nos extraña, pero nos sorprende cómo, con la entrega de la carta enviada a usted con nuestro común amigo el doctor Santiago Rojas hace más de 20 años y sus declaraciones ante la Comisión de la Verdad, usted señala y al mismo tiempo pretende posar de víctima de la corrupción sin incluirse usted mismo en dicha corrupción. Tenemos entendido que dicho escenario funciona para que los personajes se acerquen para hacer una catarsis espiritual confesando sus delitos y claro, señalando a sus cómplices y los delitos que ellos mismos hayan cometido”.
Después de conocer esta carta el senador de la República Antonio Sanguino, miembro del partido Alianza Verde, denunció ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes contra el expresidente Andrés Pastrana luego de la carta de los hermanos Rodríguez Orejuela, exlíderes del cartel de Cali.
A través de un video, que le hizo llegar a El Unicornio, Sanguino aseguró que el exmandatario de los colombianos pudo cometer “conductas indignas”.
“El presidente Pastrana pudo haber incurrido en conductas indignas al presionar a estos capos del narcotráfico para construir versiones que le permitieran usar como instrumento de chantaje para cubrir posibles actos de corrupción”, dijo.