Por OLGA GAYÓN/Bruselas
La FIFA vende desde siempre, y ahora más, la sede de los mundiales a todos los gobernantes criminales que le llenan el maletín de millones y millones de dólares. Es una mafia legalizada que no pone reparos en llevar las mejores selecciones del mundo a territorios bañados de sangre. Ayer fue Rusia con su carnicero del Kremlin, hoy Catar con sus jeques que tratan a la mujer como si fuera la mascota de los hombres, pero sin compasión ante su dolor, que atacan despiadadamente a los homosexuales, y permiten que miles de inmigrantes mueran por extenuantes jornadas de trabajo para tener estadios de fútbol de diseño. ¿Cuál será el próximo? ¿Kim Jong-un, el tirano de Corea del Norte que deja morir a miles y miles de sus ciudadanos de hambre mientras se regodea lanzando misiles que cuestan millones y millones de dólares?
Es una pena que este clan de señores muy bien hablados, peinados y educados, con un cerebro cuyo contenido es solo dinero, maneje a su antojo el más grandioso espectáculo de masas. ¡Amo el fútbol y desprecio a quienes, utilizando la ilusión de miles de millones en el mundo, se forran en dinero entregado por grandes criminales que tienen sometida a su gente a través de feroces dictaduras!
___________________________
Ilustración de M.C. Zacharow
Sobre el autor o autora
