El túnel de La Línea, que ya había sido “inaugurado” por el entonces presidente Álvaro Uribe hace 12 años, será inaugurado de nuevo este viernes 4 de septiembre por su subalterno el presidente Iván Duque.
Hace 12 años la inauguración fue en compañía de su ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego (q.e.p.d.), con quien atravesó el túnel piloto, y a su salida por el lado de Calarcá, con poncho y sombrero, felicitó al equipo de ingenieros y señaló que “este es el primer paso en materia de desarrollo vial que tendrá el país”.
Durante su discurso, transmitido por radio y televisión, Uribe dijo que “una patria que acelere el progreso formará colombianos optimistas y nuevas generaciones felices”. Al otro día, los titulares de los periódicos elogiaban al mandatario y en sus editoriales se destacaba que la obra era “100 por ciento ingeniería colombiana”.
Mientras tanto, en la página web de la Presidencia se decía que la megaobra de 8.800 metros de longitud, “el túnel más largo de América Latina”, estaría listo para 2012, y que tendría un costo total de 703.000 millones de pesos.
Pero el túnel de La Línea no estuvo listo para el 2012, sino ocho años después, y su costo costo total ascendió a 2.88 billones de pesos.
La obra será inaugurada de nuevo, pero esta vez sí completa, por Iván Duque, quien dijo el pasado 30 de agosto en Pereira: “Cuando empezó nuestro Gobierno, en casi una década la obra llevaba alrededor del 54 – 55 por ciento. Hoy puedo decirles a ustedes que en dos años hemos avanzado en cerca de un 45 – 46 por ciento”. (Puede leer el discurso del presidente aquí).
Esto significaría que Duque hizo en dos años casi la mitad una obra que se demoró más de 16 años, pues la construcción del túnel piloto se inició en 2004.
Sin embargo, hay un documento titulado Seguimiento Invías, de mayo de 2018, que contradice al primer mandatario. Allí muestra que el avance total de la obra del Túnel de la Línea a tres meses del inicio del mandato de Duque, era del 88 por ciento. O sea, muy lejos de la cifra presentada. (Vea el documento acá).
Este túnel, pues, ya fue víctima de la propaganda, de las mentiras, de la desesperación de este Gobierno por mostrar obras propias.
Sea como fuere, conviene recordar lo que dijo un columnista de Semana.com en 2014, cuando comparó la situación de ese entonces con la inauguración que había hecho Uribe seis años antes:
“Con Uribe ocurrió que muchos creyeron ver luz al final del túnel, pero fue como cuando “inauguró” el túnel de La Línea el lunes 4 de agosto de 2008. En un evento propagandístico transmitido por radio y TV anunció que se daban por terminados “70 años de proyectos e ideas en torno al megaproyecto que modernizará las carreteras en el país”. Pues ver para creer: la obra sigue embolatada, esta es la hora en que tampoco vemos luz al final de ese túnel. Y aunque sí la estamos viendo en torno al tema de la paz, también lo vemos a él tratando de regresar el país a los días de la oscuridad”.
Al menos, en esto último sí cumplió.
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