Demencia al asalto

Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Sí, el poder despabila
a engreídos gobernantes,
ampulosos y pedantes,
que la ambición obnubila.
La vanidad los enfila…
y su pueblo a la deriva.
El mundo patas arriba,
los obsesiona la guerra,
y su locura se cierra
con la “invasión preventiva”.

¿Será la tercera guerra?
Dos potencias en bigamia
en las trincheras de infamia
que a la humanidad aterra.
Un dictador que se aferra
a un tal enemigo externo,
para librar su gobierno
de las tensiones sociales.
Como si aliviar los males
sea llevarlos al infierno…

“¿Cordura? No la conozco.
Hablando con claridad:
Mas bien les tengo maldad,
así les parezca tosco.
A mi enemigo yo embosco
en mi innegable demencia.
Quiero invadir con urgencia
para ayudar en el sueño,
donde puse ya el empeño,
de independencia inmediata.
Es libertad muy barata,
tan solo cambian de dueño”.

SIN CARETA
Que la pandemia se fue
y cesan las restricciones,
para que no haya bribones
que tapen yo no se qué.
Sin tapabocas se ve,
a un gobierno marrullero,
posando de muy fullero
con palabras rimbombantes,
mientras adentro maleantes
roban con cruel desafuero.

ÑAPA:
El gobernante de Rusia
de ambición no tiene fin;
gobierna con mucha argucia,
y a su vecindario ensucia
como un “gran hijue-Putín.

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