En el último reporte de Indepaz sobre la cantidad de masacres que se han presentado este año, publicado el 15 de febrero de 2021, se registran 12 masacres con 41 víctimas. Sin embargo, el 25 de febrero pasado se perpetraron dos nuevas masacres, una en Guajira y la otra en Tumaco, con 11 personas más asesinadas.
En medio de tan sombrío panorama El Unicornio entrevistó a Camilo González Posso, director ejecutivo de la ONG Indepaz, Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
Mientras el Gobierno dice que hubo 76 masacres en 2020, Indepaz documentó 91. ¿Cuáles son las fuentes del Gobierno y cuál las de ustedes y a qué obedece la diferencia en las cifras?
El Gobierno tiene todas las fuentes: la Defensoría del Pueblo, los organismos de Derechos Humanos y de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Pero por una decisión política que viene de la administración Santos, decidieron no tomar las cifras de la Defensoría del Pueblo porque les pareció que eran muchas, así arbitrariamente. Además, hoy la Fiscalía distorsiona la ruta de investigación criminal.
Hay algo que sí tienen claro, y es que en el 2020 se presentó el mayor número de masacres desde 2014. ¿En eso sí coinciden?
Sí, el ministerio de Defensa coincide en que la situación se disparó, que ha tenido un incremento y que se ha retornado esta práctica.
José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), tuvo una reunión la semana pasada con Iván Duque y él expresó que había salido decepcionado, porque el presidente le dijo que hay 8 millones de líderes sociales y es imposible protegerlos a todos. ¿Ustedes cómo ven esa situación desde Indepaz?
En varias ocasiones les hemos escuchado al presidente y a algunos ministros ese argumento. De la misma manera, si se están muriendo 200 personas al día por covid-19 y somos 44 millones, sería la misma lógica. Es una lógica perversa, que desdice de un presidente de la República. Supongamos que en Colombia se presente un caso de gripe aviar, la cual puede contagiar a humanos. Esto desde un punto de vista epidemiológico se traduciría en alerta mundial. ¡Un solo caso sería alerta mundial! Pero el presidente diría: “con casi 8.000 millones de habitantes en la Tierra tenemos un solo caso”. Entonces es un razonamiento absurdo. Tiene toda la razón Vivanco en salir decepcionado al escuchar a un presidente una expresión ignorante de ese tamaño. Lo mismo podríamos decir de las masacres: ¿por qué tanta bulla con las masacres si este año tan solo llevamos 54 muertos? Ahí está retratada la insensatez. Da lástima pensar que un presidente diga tantas necedades frente a autoridades internacionales en materia de Derechos Humanos, como HRW.
La gran mayoría de víctimas de masacres han sido calificadas por el Gobierno como narcos o personas involucradas en negocios ilícitos. ¿Usted que dice al respecto?
La mayoría de las víctimas son personas civiles, inermes. Ese es un argumento tenebroso. Cuando hablan de la situación en Tumaco, dicen “eso fue en medio de un combate”. Y si les dicen que estaban jugando fútbol, salen con que “esos que estaban jugando fútbol formaban parte de grupos delincuenciales”. ¡Paren ahí! ¿Entonces les parece legítimo que un grupo armado ataque masacre a una gente que estaba desarmada jugando fútbol? ¿No es una conducta punible? ¿No es una masacre? ¡Por supuesto que sí! La inmensa mayoría de quienes han sido víctimas de masacres eran ciudadanos comunes y corrientes, víctimas de una acción de terror por parte de sicarios que quieren imponer un orden violento. Hay un expresidente cuyo nombre no quiero recordar el nombre, quien a propósito del un asesinato de un bandido dijo que “es un buen muerto”. Aquí se considera la pena de muerte como algo que pueden practicar ciudadanos por justicia propia. El nuevo ministro de Defensa dijo en relación con los jefes cabecillas de ELN y del grupo Marquetalia: “ya tenemos todo el dispositivo para darlos de baja”. ¿Acaso existe la pena de muerte en Colombia? Si una persona está acusada, que la detengan y le hagan un proceso judicial dentro del Estado de derecho. Pero que no ocurra que un ministro expide una de orden de pena de muerte y no pasa nada.
Haciendo una analogía con el coronavirus, ¿usted considera que el Acuerdo de paz se encuentra en Cuidados Intensivos…?
Yo creo que todavía no. Digamos que está en urgencias con los paliativos respectivos, pero si estos no se mantienen, podría entrar a Cuidados Intensivos. Es definitivo lo que va a ocurrir en los próximos dos años.
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