Cultura e identidad delincuencial

—¿Supieron del recibimiento apoteósico en Sahagún al querido líder político, el doctor Ñoño Elías? A mí me invitaron a cantar, pero estaba comprometida. Tampoco pude ir al funeral del grandioso patriarca Lucas Gnecco. ¡Qué pesar!

—Su entusiasmo, Maurén —contesté—, prueba que el pueblo sigue sin entender que los políticos son la esencia del problema en Colombia; causantes de los vicios en el gobierno; del derroche de dinero en obras que no se cumplen, pero que llenan bolsillos particulares. Si la Dian investigara, encontraría en todos esos políticos la plata que debiera haber sido invertida en desarrollo social, cultural, educativo, de salud, etcétera, etcétera.

—Es la costumbre —intervino doña Nati—. Miren que eso de “dar papaya” es motivo de burla, y la gente se aprovecha hasta de un desvalido cuyo único pecado es ese, “dar papaya”. Por ejemplo, acceder a un cargo público y no aprovecharse y robar es mal visto, porque lo tratan de pendejo. Lo mismo ocurre con los políticos, que son una mafia y una maquinaria con un poder enorme, y lo acostumbrado es que pagan el precio que corresponde y compran el escaño. Así funciona.

—Eso es la premodernidad, Maurén —le contestó el profesor Bernardino—. Es un paso adelante del Estado de naturaleza, de Hobbes, y un paso antes de las oclocracias. De eso y de los estallidos sociales se sacian los caudillos. Es la política zafia personalista. Es la contradicción de lo público. Es la política para ese “tipo”, ese atarbán (palabra chibcha), para el capo, el gamonal, acompañado de sus clanes. Y tiene que ver con dos palabras: ‘cáfila’ y ‘behetría’. Es el nido tibio de la política localista, de donde salen los peores nacionalismos.

—La despedida de Lucas Gnecco, la bienvenida al Ñoño Elías por su salida de la cárcel, y de muchos más, entre ellos Hugo Aguilar, son la prueba palpable de que somos un país cuya identidad cultural tiene el tufo del malandro —dijo el ilustre profesor Montebell—. Para el pueblo colombiano, el líder es el que roba, porque “roba y nos da”, o porque “roba, pero hace”.

@PunoArdila

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