Breve historia del 1 de Mayo

Por GIOVANNI DÉCOLA

Se celebra este 1 de mayo el día internacional del Trabajo, cuando desde su creación los trabajadores de todo el mundo salen a marchar en homenaje a los mártires de Chicago, por las reivindicaciones laborales.

En Estados Unidos, pese a que el presidente Andrew Johnson había promulgado una ley que establecía una jornada laboral de ocho horas diarias, la mayoría de las empresas incluían cláusulas que permitían al patrono jornadas entre 14 y 18 horas. La consigna de las protestas fue: “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”.

Las protestas se regaron por todo el país el 1° de mayo de 1886, y continuaron el 2 y 3 de mayo en Chicago, ciudad donde eran deplorables las condiciones de los trabajadores. Ese último día la marcha fue disuelta brutalmente por la Policía, que disparó a quemarropa sobre la multitud, dejando seis muertos y casi un centenar de heridos.

El periodista alemán Adolf Fischer en una octavilla hizo la siguiente proclama:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer frente a la fábrica McCormik se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad la que nos hace gritar. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costoso y se bebía a la salud de los bandidos del orden….¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”.

Fischer fue uno de los cinco líderes que fueron condenados a la horca por la justicia del país que se autoproclama defensor de los derechos humanos.En Colombia, históricamente a quienes seguimos los pasos de Fischer, nos bautizan con el epíteto de resentidos sociales, acomplejados o mamertos, y muchos han corrido con su misma suerte: ejecutados por una mano negra y perversa.

El 4 de mayo de 1886 la clase trabajadora estaba enfurecida, se concentraron en la plaza de Haymarket. El Gobierno decretó estado de sitio y el toque de queda.  Otra vez fueron los obreros reprimidos, varios asesinados y torturados. La proclama obrera retumbó en todo el país. Tocó a los patrones acceder a la jornada laboral de ocho horas. El justo reclamo de los trabajadores tuvo eco.

Paradójicamente, en Estados Unidos no se celebra el día del trabajo el 1 de mayo, sino el primer lunes de septiembre.

En Colombia muchas conquistas de los trabajadores empezaron a ser conculcadas por un modelo de Estado neoliberal que privilegia al gran capital en desmedro de los más desprotegidos. Mientras a los más ricos se les venía premiando con exenciones y escasos impuestos, a los trabajadores el gobierno de Álvaro Uribe les cercenaba derechos laborales conquistados, como las horas extras, los recargos nocturnos y los dominicales. Y de paso, aumentaba la edad para pensionarse, exigiendo 300 semanas más de cotización. Y los privaba de la mesada 14; aun así, hay asalariados y pensionados que votan por él.

La reforma laboral que pretende ahora el presidente Petro busca romper con el modelo imperante, solo interesado en que el crecimiento económico apunte exclusivamente al aumento del patrimonio de los más ricos. La reforma procura devolverles a los trabajadores su dignidad.

Celebro el avance de la reforma pensional, porque es urgente. Las nuevas pensiones son un extraño privilegio; salarios cada día más irrisorios; contratos de trabajo leoninos en perjuicio del trabajador; cooperativas al capricho del patrón; pero lo más triste es que hace años al sindicalismo lo tienen silenciado: el régimen mafioso les recuerda a sus líderes que pueden tener la misma suerte que los mártires de Chicago…

Para que no se me acuse de marxista, aclaro que defiendo el progreso y desarrollo de la sociedad capitalista, para que haya una mayor creación de riqueza, pero dándole a la propiedad privada una función social y ecológica como lo demanda nuestra carta magna, y que esa creación de nueva riqueza jamás sea a costa de ver sacrificados los derechos de los trabajadores, sino para permitir que se les facilite desarrollar mejores condiciones laborales.

La clase trabajadora debe seguir alerta por conservar los derechos hasta hoy obtenidos, exigiendo más garantías de estabilidad. Y debe aprovechar esta oportunidad de oro (tener un aliado sincero de sus proclamas laborales) para  salir este 1° de mayo masivamente a las calles a respaldar  las reformas propuestas por el gobierno de Gustavo Petro, y advertirles a los sectores retardatarios y reaccionarios del país, que el verdadero pueblo está del lado de las reformas, y que si éstas son torpedeadas por el Congreso quedará otro camino que exigir la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente Popular, que haga realidad el Estado social de Derecho y un país justo.

Desde esta tribuna de opinión felicito a los trabajadores que este 1° de mayo  saldrán a marchar y que entienden que al tener un gobierno aliado, estamos ante una oportunidad excepcional en la historia para liberarnos de la esclavitud moderna, donde por mucho que trabajamos solo nos alcanza para muy poco, teniendo que  escoger entre educar a nuestros hijos, pagar servicios públicos o comer.

@DecolaGiovanni

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