Arauca tendrá gobernador tameño

Por LEONEL PÉREZ BAREÑO *

Hernán Camacho, José Alí Domínguez, Pablo Caro y Manuel Pérez, tienen algo en común: sueñan con ser gobernadores de su departamento, Arauca.

¿Qué tantas opciones reales tienen de lograrlo este octubre 2023 o en cuatro años? Miradas atrás muestran que Arauca ha tenidos unos 90 gobernadores, si se incluyen los antes llamados intendentes y comisarios, pues los electos desde 1991 solo han sido diez: Colmenares, Lozano, Castellanos, Gallardo, Acosta, Forero, Ataya, Castillo, Alvarado y Castillo.

De tales 80, sesenta han sido oriundos de Arauca, capital; tres de Tame, dos de Saravena y uno de Arauquita y de Pto Rondón; los otros 27, de varios departamentos colombianos. Acosta nació en Rondón, pero desde muy niño pertenece a Arauca.

Méndez es un rondoneño más caracterizado. Castillo, es de Arauca, de raíces craveñas (Cravo). Indira no es la única caribeña, también el médico Imbett lo era.

Paisas: varios, como Agustín Ángel, que lo fue dos veces, a los 35 y a los 80 años de edad.

Alfonso Medina, de Hato Corozal, era más araucano que el Caño Córdoba. Lozano, de Cali, y Gallardo de Santander, vienen de Saravena.

Hubo varios militares, entre 1948 y 1958, como Ferro Duque, y recientemente Barragán (1985), González (1990) y Navas (2022).

Pero volvamos a los tameños, después de los tres que lo lograron: Octavio Sarmiento (1962), Eduardo Cadena (1982) y Alfredo Colmenares (1992).

Debe señalarse algo importante: un tameño que estuvo muy cerca: Alveiro Vanegas, quien en el primer conteo ganó por 19 votos y en el segundo perdió por 44 votos.

¿Cuáles elementos son determinantes para concretar las opciones de conquista de la gobernación por parte de los cuatro aspirantes tameños?

Veamos: uno, experiencia (legislativa o ejecutiva). Los cuatro la tienen, como alcaldes. Dos, Reconocimiento departamento. Ídem, los cuatro son bien conocidos en los siete municipios. Tres, Respaldo financiero. No está claro para ninguno.

 El único rico es Domínguez, los demás son pobres o con fortunas muy pequeñas. Si se es tacaño, la riqueza puede significar poco. “La tiene, pero no la suelta”, dicen en Arauca.

 Experiencia-Reconocimiento-Finanzas. Tres elementos claves, pero no bastan.

Hay otros condicionantes, como el partido. El más fuerte de Arauca es quizá el liberal, al que se le asocia con el ELN, lo cual allí no quita ni da votos, simplemente el trapo rojo mueve los corazones, huele a rebeldía, a Guadalupe, al MRL.

Camacho fue alcalde de Tame por el liberalismo, pero sus contradictores lo tienen casi aislado. Es constante y sistemático, no descansa, no tiene afán, es de esa clase de individuo al que se le quiere o se le detesta de plano, no genera medias tintas.

Domínguez lleva muchos partidos encima: liberalismo, La U, Centro Democrático, Cambio Radical, Pacto Histórico y ahora Fuerza de la Paz, de Roy Barreras. No se sabe en cuál estará este octubre.

Pablo Caro, firme con Cambio Radical, muy sabio, gran orador, vive en Arauca, pero parece estarse moviendo hacia Tame, es viejo zorro, jamás lo den por perdido.

Manuel Pérez avanza con un bulto de cemento en la espalda: el Centro Democrático (CD), que en Arauca no despega, es zona guerrillera consolidada, no se le ve como un jefe político sino como un epígono interesante de líderes de antaño o de otro departamento.

Cinco, propuestas. Los cuatro se rajan, no se les asocia con una idea fuerte (salud, educación, vías, ambiente); tal vez Manuel con la seguridad (a veces es más uribista que Uribe), Pablo con el equilibrio (la ecuanimidad es su sello personal).

Seis, fortaleza rural: Camacho va adelante, Manuel muy rezagado, los restantes en la mitad. Siete, Carisma, quizá Manuel se destaca, es un joven querido y popular. Ocho, oratoria; Caro y Camacho, arrasan; Pérez y Domínguez, muy flojos.

Nueve, preparación académica: hmmm… ninguno lleva ventaja sobresaliente. Además, en Arauca y Colombia este factor pesa poco.

 Diez, el contexto de la coyuntura. Este tan importante asunto, favorece en alto grado a los candidatos del piedemonte, como quiera que la capital no muestra algún dirigente fuerte; el único que suena es Posso, un experto en perder.

 Finalmente, ¿avanzará alguno en esta recta final del año 2023 hacia su objetivo final? Es probable que alguno se anime, incluso corriendo el riesgo de llegar por este camino a la Asamblea, lo cual no es mal resultado; con ello queda automáticamente en la fila india, algo que en política importa.

* Leonel Pérez Bareño es Tameño, Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, escritor con una amplia obra, en los años 90 dirigió el Corpes de la Orinoquia.

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