Analfabetismo estadístico y vacunación

Por JORGE SENIOR

El columnista de El Heraldo, Nicolás Renowitzky, publicó el martes 1 de marzo un análisis bien intencionado, pero erróneo o al menos incompleto (ver aquí).  En su escrito titulado “Fallecidos no vacunados” propone que se difundan ampliamente las estadísticas de fallecidos, internados en UCI y contagiados, discriminando entre vacunados y no vacunados. Según él, eso estimularía a que más gente se vacunara.

Renowitzky comete un error de principiante en estadística. Él cree que las cifras van a mostrar una inmensa mayoría de fallecidos, internados y no contagiados que no se habían vacunado. Olvida el columnista que a medida que la población vacunada supera el 50% y luego el 70% y sigue elevándose, también se irán elevando los fallecidos, internados y contagiados que sí se habían vacunado (téngase en cuenta que ninguna vacuna protege 100% y que algunos de los esquemas de vacunación exigen 2 o 3 dosis y no todos los vacunados tienen esquema completo).

En realidad, informar el porcentaje de vacunados y no vacunados entre los fallecidos, internados y contagiados no dice nada por sí mismo.  Es más, puede dar una idea equivocada a las personas que no saben interpretar las estadísticas, como parece ser el caso del propio Renowitzky, y como sucede con la mayoría de los colombianos, dado que en los colegios no se enseña mayor cosa de estadística y en las universidades tampoco es que se haga una alfabetización generalizada en esa herramienta tan esencial en el mundo actual.

Y no es problema de Colombia únicamente. En países europeos ya ha sucedido que los antivacunas aprovechan los datos cuando indican que la mayoría de muertos o internados en UCI son vacunados, como suele suceder cuando la vacunación ha avanzado. Es una mala interpretación, quizás adrede o de pronto por ignorancia, que hacen los fanáticos irracionales que se oponen a las vacunas. Y la mayoría de gente les come cuento si no saben interpretar estadísticas.

Pongamos un ejemplo imaginario para aclarar la confusión.  Supongamos que en una ciudad el 60% de los internados en UCI por Covid son vacunados, frente a 40% de no vacunados.  Supongamos también que el 55% de los fallecidos son vacunados y el 45% no vacunados. ¿Qué interpretará la mayoría de personas? ¿qué dirán los perversos antivacunas?  Afirmarán lo que ya han dicho en otros países donde eso ha sucedido: que la vacuna no sirve. Que es mejor no vacunar y se apoyarán en esos datos.  Y convencerán a muchos incautos que no saben estadística. Todo lo contrario de lo que pretende lograr Renowitzky con la difusión de los datos discriminados.

¿Cuál es el análisis correcto entonces?  Los datos del párrafo anterior no significan nada si no los comparamos con el porcentaje de vacunados en la ciudad. Siguiendo con el ejemplo imaginario mencionado, si en esa ciudad el 85% de personas ya se vacunó entonces los datos lo que prueban es que la vacuna sí sirve, pues los vacunados que son 85% de la población aparecen subrrepresentados en los fallecidos (con 55%) y en los internados en UCI (con 60%).  En contraste, los no vacunados están sobrerrepresentados tanto en fallecidos como en internados, pasando de 15% en la población a 45% en los muertos y 40% en los internados.

Como se puede ver, el análisis debe ser comparativo entre el universo y la muestra para determinar que sector está sobrerrepresentado y cual está subrepresentado.  Es un análisis más sutil y que exige cierto nivel de entrenamiento en manejo estadístico. ¿Cuánto será el porcentaje de colombianos que maneje bien estos conceptos?

Claro que un buen periodista podría difundir los datos con la comparación y explicación correspondiente, no los datos en bruto como pretende Renowitzky.  Pero aún así lo considero contraproducente. ¿Será que ese análisis explicativo un tanto exigente será asimilado a nivel masivo?  Ojalá así fuera, pero lo dudo.  Quizás mi duda no esté justificada y yo esté equivocado en esta apreciación sobre la capacidad interpretativa de información matemática en el grueso de los colombianos, pero me baso en mi experiencia con estudiantes universitarios, bachilleres y público en general en diversos eventos.  Sólo una investigación sobre el analfabetismo estadístico en Colombia podría decir si estoy en lo correcto o no.   

No podría cerrar esta columna sin urgir una reforma en la educación básica y media en Colombia. ¡Qué digo reforma, lo que se necesita es una Revolución Educativa! (así con mayúsculas). Y sí, uno de los puntos a mejorar es la enseñanza de la estadística como herramienta ciudadana imprescindible para entender el mundo actual.

El inicio de esa Revolución Educativa podría ser este año sí votamos por el cambio y acabamos con dos siglos de gobiernos derechosos y elitistas. Te lo dejo ahí.

@jsenior2020

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