AL FIN, ¿QUIÉN FUE?

Se aumentó la confusión
con lo de Gómez Hurtado,
en la calle asesinado
sin ninguna compasión.
Se busca la aclaración
del suceso delictivo
para que al sujeto activo,
que determinó el gatillo,
se le condene por pillo,
y deje de ser “un vivo”.

Mas, resulta que ahora mismo,
para sorpresa de todos,
al gran jefe de los “godos”
lo asesinó el comunismo.
Sí, la verdad, no es lo mismo
la versión del golpe aquel
planeado en un burdel
que ejecutaron sicarios,
que la versión en contrario
de que fue el cucho Manuel.

Sí, Manuel el de la toalla,
el de la silla vacía,
que murió de viejo un día
de una cardíaca falla.
Uuuy, resultó muy canalla
mantener “jeta cerrada”
ante asesina embarrada,
mientras a unos inocentes
los molían inclementes,
en estrategia orquestada.

Decir que fue la guerrilla:
esas las Farc asesinas,
en jugada clandestina
de perversa camarilla.
Eso, en lógica sencilla,
parece una coartada,
una maldita jugada,
para encubrir los autores,
y evitarles los dolores
de esa acción tan desalmada.

La justicia está tan mal,
tan pobre en su gran labor,
que, ante la acción delictual,
le toca al reo criminal
probar que sí fue el autor.

GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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