Una foto de ayer para la historia registra un encuentro del presidente Petro con su mayor opositor, Álvaro Uribe, acompañado de los congresistas Miguel Uribe y Óscar Darío Pérez.
Ya en días anteriores Petro se había reunido con María Fernanda Cabal, y en consonancia con esta tónica trinó: “Sin problemas dialogamos. Dialogar es de humanos y construye civilizaciones”.
En llamativo contraste, esas fuerzas representadas en Uribe y su ahijado político habían salido a marchar cuando ni siquiera van dos meses de gobierno, en lo que representa más un duelo por la pérdida del poder que como expresión de rechazo a ejecuciones cuyos resultados a la fecha hacen imposible justificar una protesta.
Un segundo aspecto llamativo es que la oposición está descabezada, no tiene un jefe visible. Se suponía que la encabezaría Rodolfo Hernández con sus 10 millones de votos anti-Petro, pero este dio un paso al costado cuando renunció al Senado para evitar ser enjuiciado por la Corte Suprema.
Así las cosas, esto le brinda un mayor margen de maniobra al gobierno del Pacto Histórico.