A raíz de la salida de Miguel Ángel del Río de la lista a la Cámara por el Pacto Histórico para ser reemplazado por el actor Agmeth Escaf, el abogado le concedió una entrevista a El Unicornio donde comentó sus reacciones sobre este y otros temas, como la entrada de dineros del narcotráfico a la campaña de Iván Duque y cómo avanza el proceso legal contra el exsenador Álvaro Uribe Vélez.
Del Río cree que la Fiscalía General es “un vasto cuerpo débil que solo atiende las necesidades del Gobierno de turno. Recordó además que fue él mismo quien presionó a esa entidad para que interceptara a José Hernández Aponte, más conocido como el ‘Ñeñe’ Hernández en función de establecer los móviles del homicidio en el hijo de un empresario de la Costa, que estaba dirigido hacia su padre (Carlos Rodríguez) por una deuda que tenía con el ganadero y narcotraficante asesinado en Brasil. “Esas interceptaciones no esclarecían el homicidio, pero mostraban una noticia mucho más compleja: el ingreso de toneladas de dinero del narcotráfico a la campaña de Iván Duque”.
“En su momento nació la disyuntiva de qué hacer con esa información. Si bien es cierto que lo que había en esos audios no descifraba el homicidio, sí era una información de carácter nacional. Carlos, el padre de la víctima, dejó en mí el criterio de hacer con esos audios lo que yo considerara apropiado. Así que los saqué a la luz pública se generó lo que hoy se conoce como la Ñeñepolítica”.
“Eso llevó a que los investigadores de la Policía Judicial que participaron en las interceptaciones fueron judicializados. Es decir el mundo al revés: cuando los funcionarios hacen su deber, son perseguidos por las autoridades. En ese momento, decidí defenderlos también a ellos. Y hoy están en libertad”.
“La Ñeñepolìtica no puedo decir que goza de buena salud, porque tanto en el Consejo de Estado como en la Comisión de Acusaciones, dos entidades de bolsillo del gobierno, fueron archivadas. Y en la Fiscalía General están ambientando también la posibilidad de archivarlas, pero les va a costar mucho más, porque en esa investigación estamos de lleno todas las víctimas”.
“La Fiscalía General se convirtió en un apéndice del Gobierno central. El actual Fiscal General fue subalterno del presidente Duque, y ambos lo son del presidente Uribe. Es decir, Uribe es el jefe natural de la institucionalidad hoy. No va a ser el fiscal quien lo lleve a prisión. Sin embargo, la representación de víctimas de la cual hago parte, ha recaudado material fuerte. De hecho, mi intervención como víctima será el próximo 13 de enero, donde demostraremos todos los elementos materiales probatorios para llevarlo a juicio. Y también para condenarlo. Ojalá fuera por las grandes masacres en las que ha estado implicado, pero será suficiente con el proceso que hoy cursa, como determinador de fraude procesal. Existen suficientes elementos para probarlo”.
“Soy el presidente de la Primera Línea Jurídica, organización que protege a los jóvenes que fueron abusados y atacados por la Fuerza Pública en las marchas contra el Gobierno Central, con un altísimo nivel de éxito. Tenemos además a 6.000 abogados prestos a que frente a cualquier captura contra un joven a lo largo del territorio nacional, inmediatamente intervenimos. Esto ha generado que nos acusen de ser una célula del terrorismo; pero en realidad, terrorismo es lo que ha provocado el Estado”.
“Soy apoderado de víctimas en el proceso contra el expresidente Uribe por fraude procesal y por soborno, en actuación penal junto con el senador Iván Cepeda y otras víctimas en ese proceso. Esto tiene a Álvaro Uribe Vélez ad portas de pagar una condena”.
Ya sobre el caso Agmeth Escaf, Del Río narró cómo fue convencido para que encabezara la lista a la Cámara por el Atlántico, después de que ya estaba en la lista al Senado. A pesar de haber hecho recorridos como candidato dentro del departamento, recuerda que Nicolás, hijo de Gustavo Petro, le dijo que había un inconveniente: que “Gustavo asumía que quien debía encabezar la lista era el señor Escaf”.
“Un delegado del Pacto Histórico llegó a convencerme para que me hiciera a un lado. Una de las razones estaba relacionadas con la popularidad de este señor en Barranquilla, y que se habían hecho unas mediciones, que nunca mostraron. Yo pregunté de quién era ese criterio, porque tenía entendido que en el progresismo se acudía a criterios relacionados con el trabajo social, con la defensa de las minorías. Entonces, me quedó una mala sensación. Yo le dije a esa persona que tenía un compromiso con la ciudadanía, y quería que se respetara una autonomía regional que consideraba mi nombre como su representante legítimo. El Pacto Histórico del Atlántico se mueve rápidamente y convoca para definir sus cabezas de lista, y sacar un comunicado para tratar de impedir la imposición de un representante desde Bogotá”.
“Así, deciden que la cabeza de lista por el Atlántico debo ser yo. Inmediatamente, hay una fractura con el nivel central. Nicolás Petro insiste en que me haga a un lado. A partir de ese momento tengo diferencias muy importantes con él, pero yo seguí en mi trabajo, recorriendo los territorios. Se da entonces la orden de que no me acompañen los líderes a las regiones, me volví casi que un paria al interior del departamento. Incluso llegué a tener conocimiento de que le habían vendido a Gustavo la idea de que yo era el líder de una rebeldía departamental y que eso era inaceptable, porque tan solo estaba buscando mi amparo personal”.
“Ahí es cuando le ofrezco a Nicolás y a todo el Pacto que escojan a una mujer, para demostrarles que yo no tengo ningún interés diferente a que se respeten las autonomías. Había muchas líderes de gran estructura y trabajo social. Me gusta mucho Melissa Obregón, del municipio de Galapa, una mujer honesta, trabajadora. Yo pensaba en ella cuando hice esa solicitud”.
“Entonces yo decía, si este señor (Escaf), supuestamente es tan popular y recauda tantos votos, entonces que una líder social asuma el primer puesto como representante legítima de las regiones y que Escaf se ubique en el segundo lugar, y yo me hago a un lado. Pero nadie respondió, lo cual significaba que únicamente les interesaban las cabezas de lista, lo demás serían agregados marginales de una construcción representativa”.
“Una de mis primera intervenciones fue decir que le íbamos a quitar el poder mafioso al clan Char, pero el líder de este proyecto regional en el Atlántico (Escaf) apoyó a Álex Char a la alcaldía, que votaba en el Senado por Arturo Char, un bandido que no ha hecho nada en el Senado, solo mojar puesto. Además, los Char están acusados de actos de corrupción, Álex tiene 40 investigaciones, tanto disciplinarias como penales. Y no se debe olvidar que Escaf fue crítico contra Petro en el momento de la protesta social, cuando una de las grandes banderas de Gustavo ha sido la defensa de la juventud en esa protesta social”.
“Es un hecho que la exdirectora de Comunicaciones de Gustavo Petro (María Antonia Pardo) hoy está manejando la campaña de Agmeth Escaf, el padre de sus hijos. Es su gerente de campaña en el Atlántico. Esto no deja dudas sobre la influencia que ejerció. Esa cercanía pudo haber sido uno de los elementos que influyera en que el comité central quisiera que por decisión política su exesposo fuera la cabeza de esa lista, tengo una gran certeza sobre ese hecho. Seguramente la iniciativa de ella va ser proteger el caudal familiar”.
“Defiendo el proyecto de Gustavo Petro como presidente. A él le cabe el país en la cabeza y es el único que puede sacarnos de todo este atropello de los últimos 200 años. Así que si Gustavo Petro es presidente de la República, yo estaría muy satisfecho de participar activamente en su gobierno”.
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