Ser autodidacta es el único modo de aprender

El gran divulgador científico y escritor de ciencia ficción, Isaac Asimov, acuñó la siguiente frase: “La educación autodidacta es, creo firmemente, el único tipo de educación que existe”. Otra famosa cita suya complementa la anterior: “Las personas piensan la educación como algo que tiene un final…”

Concedo que la primera frase, si se toma literalmente, tiene algo de exageración. Pero si se piensa bien, sin quedarnos en la simple interpretación literal, podemos encontrar en ella una verdad profunda: el aprendizaje es una construcción activa del sujeto. Esto significa, por un lado, que el aprendizaje exige actitud, disposición y compromiso para movilizar las neuronas en esa tarea intelectual. Por otro lado, significa que las clases que dictan los profesores son apenas uno entre decenas de entornos de aprendizaje posibles.

La segunda frase de Asimov sugiere que esa disposición activa hacia la autoformación y su consiguiente exploración de todos los ambientes de aprendizaje posibles, configuran un viaje permanente y apetitoso hasta el final de nuestros días como individuos. Nunca dejaremos de aprender si el hambre de conocimiento nos resulta insaciable. Podemos aprovechar la academia, pero no dependemos de ella. Sé por experiencia que por fuera de esa institución hay iguales o mejores espacios de crecimiento intelectual y práctico: en la experiencia laboral, en la divulgación científica y cultural, en la intensidad de los hobbies y hasta en la vida cotidiana, si mantenemos el cerebro alerta, cual esponja, tal y como lo hace un niño de cuatro años. Y está por supuesto la lectura, gracias a la cual podemos conversar con las grandes mentes de la humanidad de todos los tiempos. Hoy por hoy vivimos en la era de la ignorancia voluntaria, como analizamos en otra columna: tenemos casi todo el saber de la humanidad a un clic de distancia si sabemos buscar.

Isaac Asimov era bioquímico, pero entre sus más de 500 libros hay miles de páginas sobre temas ajenos a su profesión. Los estudió por su propia cuenta, utilizando las fuentes a su alcance desde su apartamento cercano al Central Park de Nueva York. Allí cerca tenía planetario, museo y biblioteca. Desde Leonardo da Vinci hasta Michael Faraday, de Darwin a Ramanujan, la historia de la ciencia está llena de autodidactas que empujaron las fronteras. ¿Cómo cree usted que Einstein aprendió el cálculo tensorial, que necesitaba como andamiaje matemático para construir su principio de relatividad generalizado?

Lo mismo pasa en la tecnología: la mayoría de los inventores norteamericanos del siglo XIX, incluido Edison, apenas cursaron la primaria. Fue esa gente creativa la que puso a Estados Unidos a la vanguardia. Aprecien este indicador: la revista Mecánica Popular llegó a vender más de un millón de ejemplares mensuales en el Estados Unidos de la posguerra. La cultura popular de la invención se hizo patente en épocas recientes en el campo de la informática, donde una buena parte de los innovadores fueron autodidactas, aunque no tengan la fama de Bill Gates y Mark Zuckerberg, que también son ejemplo de autoaprendizaje. Así lo relata Walter Isaacson en su bestseller Los Innovadores.  

Colombia también ha tenido grandes ejemplos de formación autodidacta, empezando por nuestro premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, cumbre de las letras hispanoamericanas. Inevitable mencionar a Estanislao Zuleta Velásquez, discípulo del filósofo de Otraparte, Fernando González. Maestro de maestros, la obra de Estanislao sigue circulando en nuevas ediciones. Buena parte de esa obra son transcripciones de magistrales conferencias orales. Jorge Eliécer Gaitán también llevó la oralidad a grandes alturas en discursos memorables y aunque no era propiamente autodidacta, su pasión por la lectura lo llevó a tener una biblioteca de 16 mil libros. Uno de los botánicos más destacados del país fue Jorge “el mono” Hernández, discípulo de Armando Dugand Gnecco. Al “mono” también lo apodaban “el sabio”. Casualmente, el “mono” y Estanislao nacieron el mismo año: 1935. A Hernández la Universidad Nacional le otorgó el Doctorado Honoris Causa en 1997, así como la Universidad del Valle se lo dio a Estanislao Zuleta en 1980, quien lo recibió con una lectura maravillosa, el Elogio de la Dificultad. ¿Quién no ha leído ese lúcido discurso?  

Gran ejemplo y tremendo legado nos dejan los autodidactas mencionados y muchos más que no alcanzo a incluir en este breve escrito. En suma, ser autodidacta es combinar activa y creativamente todas las formas de aprendizaje. Un docente preparando clase o un alumno explicándole a otro alumno, están practicando la autodidáctica, pues uno no aprende mucho leyendo pasivamente, sino convirtiendo la lectura en una elaboración clara para sintetizársela a otros. Por eso decía Estanislao que leer es trabajar. Hay que leer con el lápiz en la mano.

Ser autodidacta es hacer productivo el insaciable apetito de la curiosidad poniendo en práctica lo aprendido, es explorar inquisitivamente el mundo por dentro y por fuera de la academia, es generar preguntas e investigar sus respuestas, es evaluar a conciencia y asimilar racionalmente la experiencia.

Ser autodidacta, como nos enseñó Gabo, es entrenarse en el dominio de la palabra escrita, es ejercer la disciplina de escribir, como me ha tocado en los últimos cuatro años como columnista de El Unicornio, a razón de 40 o más columnas al año. A ese ejercicio disciplinado le debo muchos aprendizajes.

Ser autodidacta hoy en día es saber aprovechar las TIC y sus recursos, como la educación virtual, las bases de datos, el monitoreo del avance de la ciencia y la tecnología en tiempo real y la búsqueda recursiva y con criterio en el inmenso océano de información y conocimientos de internet.

Así que, estimado lector, te invito a ser un autodidacta infatigable. En tal caso lo peor que te puede suceder es que llegues a padecer algún grado significativo de polimatía, una placentera enfermedad neuronal producida por la infinita curiosidad.

@jsenior2020

Blog

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial