Por GERMÁN AYALA OSORIO
En el marco del conflicto armado interno, los ecosistemas naturales siempre estuvieron en riesgo por la presencia de los ejércitos legales e ilegales, que convirtieron las selvas y los páramos en lugares estratégicos para refugiarse, defenderse y atacar a sus enemigos.
A las condiciones de insostenibilidad que ya el modelo de desarrollo viene sometiendo a esos ecosistemas estratégicos, se suman los impactos ecológicos que dejan los procesos de deforestación y defaunación generados por las guerrillas, los paramilitares y los militares. Estos últimos son responsables por los impactos ecológicos que producen los bombardeos en zonas selváticas y la instalación de bases militares en lugares de alta montaña. ¿Existe algún programa de manejo ambiental sobre estas unidades militares? Sería bueno que el Ministerio de la Defensa informara si existen y cuál es el manejo que le están dando a esos ecosistemas. Claro que más importante sería discutir hasta cuándo se piensan quedar en esos lugares y si con esa presencia no estarán promoviendo procesos de colonización.
Del reciente bombardeo en el que fueron asesinados varios menores de edad no solo hay que lamentar la muerte de los adolescentes, sino los negativos impactos ecosistémicos que deja la explosión de las bombas lanzadas por el Ejército nacional.
De ese acto criminal, surgen varias preguntas alrededor del nivel de las afectaciones en los ecosistemas sometidos al bombardeo.
1. ¿El mismo Ejército se encargará de la restauración del segmento de selva sobre el que lanzaron los explosivos?
2. ¿Qué especies murieron en el ataque y cuánto tiempo pasará para su recuperación?
3. ¿La misma institución castrense tiene la capacidad técnica y científica de valorar los daños?
4. ¿Tiene algo que decir el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible?
5. ¿Los ambientalistas colombianos han dicho algo al respecto?
6. ¿Qué piensa la academia y en particular los programas que ofrecen formación en temas ambientales?
7. ¿Qué ha pasado con la recuperación de los otros ecosistemas que en el pasado también fueron víctimas de similares ataques aéreos?
Sospecho que esos bombardeos no solo se producen en virtud de unos objetivos militares trazados, sino que tienen detrás la intención de facilitar la llegada de colonos, que continuarán con la tarea de ganarle espacio a las selvas, para aumentar la presencia de cultivos de uso ilícito, potrerizar, facilitar las actividades para hacer un carreteable o permitir la instalación del modelo de la gran plantación (monocultivos de caña de azúcar o palma africana).
A todas luces, someter las selvas a bombardeos indiscriminados por parte de agentes del Estado constituye no solo un crimen socio ambiental y ecológico, sino que confirma la toma de distancia de la naturaleza, de una especie que aún cree que puede vivir y sobrevivir por fuera de esta.
Imagino que dentro de las Fuerzas Militares no se discute sobre sostenibilidad o desarrollo sostenible. Si así fuera, pensaría que podrían actuar con mayor eficiencia en contra de la minería ilegal y legal que entra, sin controles oficiales, enormes dragas y retroexcavadoras en ríos y selvas. Y sobre todo, proscribir el lanzamiento de bombas.
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