Qué vergüenza de “periodista”

Por PUNO ARDILA

—¿Qué tal esto? —bramó el ventrílocuo con voz de pollito triste, descompuesto de ira mientras leía un comentario en el celular—: «Es una vergüenza como periodista, ya no es lo que fue. Todo el mundo en privado comenta que “qué le pasó”, porque [se le ve de rodillas], arrastrándose ante el presidente […] y ante todo su Gobierno, defendiendo lo indefendible, sin importarle lo que pasa con la gente. No le importan el país, ni la democracia».

—Ese comentario es viejo —replicó el ilustre profesor Gregorio Montebell—, o debe serlo, de todo el palo que les dieron a algunos periodistas en los gobiernos de Uribe y de Duque. Por lo que dice, supongo que este era contra misiá Victoria Eugenia. ¿Qué viene después?

—«Sin contar todo lo que se dice a su alrededor sobre el origen de su dinero —continuó el ventrílocuo—, ¿quién lo financió? ¿Cómo empezó? Nada de eso está claro. Eso no es admirable, eso es una pena […] él sí que ha sido un maestro del sensacionalismo…».

—Ah, pero el comentario es contra un hombre; ¿no será contra usted mismo, el de la voz de pollito triste?

—No, señor; se equivocó de cabo a rabo, porque el comentario es apenas de la semana pasada, contra Daniel Coronell, y precisamente está escrito por nuestra queridísima Viquicita Dávila, a quien admiramos y adoramos.

—Pues no me sorprende —comentó Montebell—, porque en nuestro país es usual que se caiga frecuentemente en esto que los psicólogos llaman “proyección”, cuando quien comete las faltas las ve en quien no las ha cometido. Justamente, ella peca por chupamedias, por sensacionalista y por estar mal rodeada. Los legos lo llamamos “efecto espejo”.

Mensæ tegumentum primus. Nos acongoja la partida sorpresiva de nuestro amigo Rafael Gutiérrez Solano. Nuestro abrazo solidario a su familia, en especial a su esposa, a sus hijas y a su hermano Fernando.

Mensæ tegumentum secundus. Aplausos para “Los Móviles”, por el comportamiento y la honestidad de uno de sus taxistas, que se devolvió a buscar a un visitante de otra ciudad que había dejado olvidado su celular.

@PunoArdila

* Tomado de Vanguardia

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