El director de El Unicornio, Jorge Gómez Pinilla, fue invitado el domingo 15 de agosto al portal de Los Danieles, para leer las décimas poéticas de don Gerardo Martínez Martínez, abogado e historiador santandereano. Allí, Daniel Coronell le preguntó si le creía o no a las Farc sobre su autoinculpación del crimen de Álvaro Gómez Hurtado.
Gómez Pinilla afirmó que con el paso del tiempo se reafirma en que lo que dice su libro Los secretos del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, es totalmente cierto y no hay nada que lo refute. “Las pruebas de lo que planteo están ahí, y ya comienza a adquirir el carácter de sospecha el papel de Julián Gallo, alias Carlos Antonio Lozada, al promover la idea de que fueron las Farc. Ya hay gente dentro de las mismas Farc que dicen que no sabían nada sobre eso”.
También recordó el informe de Ricardo Calderón, periodista investigador del Canal Caracol, donde deja claro que el máximo comandante de las Farc, Manuel Marulanda (‘Tirofijo’) nunca se enteró, y preguntó “¿qué papel tuvimos nosotros ahí?”. Según parece, el mismo Lozada había contestado que ninguno.
Para Gómez, lo que falta por dilucidar es por qué las Farc quieren asumir una culpa que al parecer no les corresponde. “Y no solo esa culpa, los crímenes de Fernando Landazábal y de Jesús Bejarano que se mencionan en mi libro, como otros que murieron porque sabían demasiado, tampoco veo yo que ahí estuvieran las Farc”.
Ante esto, Daniel Coronell fue al grano y preguntó: “¿Si no fueron las Farc, entonces quién lo mató?”. Gómez Pinilla contestó que comparte la tesis del exembajador Myles Frechette, donde aseguró que fueron militares, unos retirados y otros activos, que querían callar a Álvaro Gómez, “porque a él le habían ofrecido encabezar una junta de transición luego de un golpe de Estado que estaba planeado en una hoja de ruta que se llamó el Acta del Poder Constituyente, documento que hicieron los conspiradores, los golpistas. En ese documento figuraba el nombre de Jesús ‘Chucho’ Bejarano, a quien le habían ofrecido el ministerio de Defensa”.
Y agrega que mataron a Bejarano porque “en la revista Semana le preguntaron si era cierto que le habían ofrecido el ministerio de Defensa y él dijo sí. Cuando le preguntaron ¿quiénes?, dijo que prefería no mencionarlo. En ese momento quedó convertido en un hombre que sabía demasiado y tenían que evitar que algún día le diera por abrir la boca”.
Por último, Coronell le recomendó a Jorge Gómez situar todo contextualmente, con estas palabras: “además de los militares hubo unos civiles de la extrema derecha que también participaron y después adquirieron una preponderancia que no tenían para esa época, y es bueno que usted se ponga a juntar esos pedazos, aprovechando que está cerquita de Bucaramanga”.