María Andrea Nieto y su des-control

Por PUNO ARDILA

Me causó curiosidad saber quién es esta señora, María Andrea Nieto Romero, empresaria exportadora, con algunos intentos fallidos en la política y un tiempo como profesora en la universidad Sergio Arboleda. Esta señora tiene un espacio de propaganda política llamado El Control, transmitido dentro de la programación de Semana virtual. La había visto por ahí, alguna vez, en esas peleas de gavilla que le montaban a Matador, y supuse que era política —claro—, pero no me hubiera imaginado que ella se presenta también como “periodista”.

Pues me llamó la atención, y me detuve a analizar su discurso, y entre libretos contra la izquierda y defensas a Duque, a Uribe y a Cabal, encontré un video que tituló “Santismo enfurecido”, donde reparte garrote a sus oponentes.

Desde el título mismo hay un disparate puesto que el “santismo” no existe, ni siquiera para quienes votaron por Santos: los que votaron por el primer mandato se llaman “uribistas”, y los que votaron por el segundo mandato son de todos los colores. Como diría el mismo Juan Manuel Santos, «ese tal “santismo” no existe».

Las posturas de esta mujer están reflejando lo que se traen ella y su empleadora, la anteriormente respetable revista Semana. Foto de Corrillos.

Sobre el programa, la cosa comienza con un trino del exministro de Defensa y exembajador en Estados Unidos Juan Carlos Pinzón:

«Debería darle vergüenza a quienes negociaron con Farc. Lo hicieron mal y ahora dan cátedra:

«Debería darle vergüenza a quienes negociaron con Farc. Lo hicieron mal y ahora dan cátedra:
-Entregaron ventaja militar
-Concedieron narcotráfico
-No desmovilizaron estructuras
-Encaletaron armas
-Delitos de lesa humanidad impunes
-Ignoraron voluntad popular
-Terminaron aliados».

El trino fue respondido por el saltarín Roy Barreras, devolviéndole la pelota: «Debería darle vergüenza a quien se quedó devengando del gobierno Santos hasta el final. ¿Por qué no renunció? Todo se lo debe a Santos que lo llevó de la mano de simple asistente a ministro y embajador. Para la ingratitud no hay vergüenza».

Estos rifirrafes son normales entre la gente metida en política; como es normal que después de decirse hasta caldo de mico resulten de pipí cogido. Caso, por ejemplo, del enterrador Gaviria y su “Uribe mentiroso, Uribe mentiroso”, que terminó en amores entre ellos dos.

Hasta ahí, la cosa parece normal, entonces. Pero sale esta señora Nieto, con su “control”, a despacharse con un montón de incoherencias. Esta es la primera: «¿Qué es lo que les duele tanto; que el proceso de paz haya fracasado en tantos aspectos como es más que evidente que fracasó? Porque lo que hemos visto en las últimas semanas no es precisamente un país en paz, sino uno polarizado y completamente enardecido».

Luego cita a Juanita Goebertus, que se une a responderle a Pinzón: «Vergüenza debería darle al exministro de Defensa, que -No hizo las reformas al sector seguridad que se requerían para este escenario / -Contribuyó a polarizar las fuerzas / -Debilitó el control civil / -Y en plena crisis le importa más dar otra voltereta que aportar soluciones».

Y salta esta señora Nieto con una típica falacia ad hominem, tan de moda en estos políticos: «¿Y qué soluciones habrá aportado hasta ahora Juanita Goebertus?». De acuerdo con la lógica de misiá Nieto, para criticar que el empleado no hizo la tarea, el criticón tiene que haber hecho esa u otra tarea.

Luego, misiá Nieto citó a Guillermo Rivera, veedor distrital, quien le enrostra a Pinzón un duro enunciado: «Usted, Pinzón Bueno, buscó fortalecer la justicia penal militar y policial. Lo que ocurrió en Bogotá el 9 y [el] 10 de septiembre de 2020 y los hechos de abuso policial registrados durante las protestas en curso indican que hay que acabar con el fuero policial. Se lo advertí en el Congreso».

Entonces, como una forma “argumentativa” de darle la razón a Pinzón, la señora Nieto propone una “lista de chequeo” para “demostrar” la verdad de lo planteado. Transcribo algunos de los ítems anteriores, con las respuestas de la señora Nieto:

“Entregaron ventaja militar”. Respuesta de María Andrea Nieto: «Pues las fuerzas armadas están maniatadas y bastante desmoralizadas, ¿o ustedes qué han visto en estas semanas de paro? El “Lobby internacional de la izquierda dejó a Colombia como un país en donde militares y policías van matando civiles por donde van pasando».

“No desmovilizaron estructuras”. Respuesta de María Andrea Nieto: «Pues qué les digo: Iván Márquez, el entonces jefe de las Farc y uno de los jefes negociadores de los acuerdos de paz en La Habana se devolvió para el monte, y desde las montañas de Venezuela anunció en agosto de 2019 el nacimiento de la nueva Narcotalia [sic]. Y si hablamos de narcotráfico, Jesús Santrich, hoy recibimos la noticia de que fue abatido en Venezuela, y también uno de los jefes negociadores de la paz de Roy Barreras y compañía, siguió delinquiendo, y seguramente por eso terminó abatido. El caso es que dos años después la Corte Suprema de Justicia avaló su extradición…».

“Delitos de lesa humanidad impunes”. La señora Nieto pasó por alto este punto de la “lista de chequeo”; quién saber por qué, puesto que para personas como ella es un detalle importante en su guerra contra el proceso de paz.

“Terminaron aliados”. Respuesta de María Andrea Nieto: «Mmmm jummm… No, pues…».

En serio, esta fue su respuesta. Después añadió que «nada que ofenda más que las verdades con fundamentos; no “fake news” ni ofensas personales»; y luego anunció que Juan Carlos Pinzón volvió a contestarle al “santismo”:

«Veo a algunas personas de centro-izquierda angustiadas por desplome de Fajardo en encuestas; les da miedo confrontar a Petro y a vándalos. Prefieren atacar a quienes se oponen a complicidad con las Farc. Débiles y sumisos ante bandidos, agresivos con quienes les preocupa el país».

Debo confesar que no pude entender este último trino de Pinzón, y pensé que Nieto lo explicaría; pero, apenas lo presentó, se despidió con esta frase, que nos deja pensando en lo que encarna en verdad esta “periodista”: «Aun cuando quieran seguir reescribiendo la historia de Colombia a las patadas, los colombianos tienen muy claro que la paz de Santos salió muy costosa, no solo en términos de vidas, sino en términos de la legitimidad del Estado de Derecho».

Es más, el perfil de esta señora se retrata en esta afirmación, extraída de su despedida de otro programa: «Mejor dicho, si el Estado no puede protegernos, y a muchos nos da terror coger un arma, entonces ¿quién podrá defendernos?». Con eso lo dijo todo, y, a todas luces, las posturas de esta mujer están reflejando lo que se traen ella y su empleadora, la anteriormente respetable revista Semana.

@PunoArdila

(Ampliado de Vanguardia)

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