Los incendiarios

—Ya pasamos el punto de no retorno y la sociedad no hace nada siquiera por aliviar el problema —dijo doña Nati con el corazón desgarrado—. En vez de guardar prudentemente algunas reglas de comportamiento, la gente sigue quemando basuras, haciendo fogatas y contaminando las aguas. Se advirtió sobre la llegada de la extinción del planeta, y es como si no oyeran ni entendieran.

—No oyen ni entienden —contestó el ilustre profesor Gregorio Montebell—. Para los habitantes del mundo el único problema es el día a día, y lo que pueda pasar mañana no es asunto suyo. Que venga lo bueno a costa de lo que sea, y lo malo es culpa del de moda: Petro, por ahora.

—Pero cómo es posible —insistió doña Nati— que el ser humano siga siendo tan inconsciente y se provoquen incendios por todas partes, especialmente en las reservas y en los páramos. Lo cierto es que han sido captados en cámaras los desquiciados que prenden fuego a la vegetación y provocan incendios, y ya hay capturados por eso. ¿Qué será lo que pretenden con esa bestialidad? ¿A qué mente perversa se le ocurre quemar un terreno con animales, con vegetación, con nacimientos de agua?

—Fíjese usted, doña Nati, que en los mentideros se habla de gran cantidad de hipótesis: que destruyen el bosque para ocuparlo después; que están haciendo carbón para el consumo; que destrozan la reserva para justificar una posterior intervención minera… Incluso que provocan los incendios para desestabilizar al gobierno y hacer quedar mal al presidente por haber bajado el presupuesto de los bomberos. Así somos los seres humanos, sin duda, incoherentes por completo. La gente es feliz pescando con dinamita; y fíjese que en Bucaramanga una universidad taló decenas de miles de metros cuadrados para sembrar un aviso a favor de la naturaleza; y el cementerio, vecino suyo, postulado a negocio verde, despide diariamente a los difuntos con quemas de pólvora frente a la reserva del bosque.

Mensæ tegumentum. Oigan, y a todas estas, ¿dónde se topa la autoridad ambiental?; ¿negociando poder para qué? ¿Quién vigila sus acciones?

@PunoArdila

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