La república independiente carcelaria

Los detalles expuestos hace unos días en El Espectador por el coronel Daniel Gutiérrez, director del Inpec, sobre nuestro “sistema carcelario” reflejan otra perspectiva de la terrible y corrupta situación de Colombia, y confirman una vez más que, frente a lo que seguimos creyendo, una sola golondrina no hace verano; si queremos de verdad un cambio, hay que cambiar de arriba abajo, todo, absolutamente todo, el sistema social.

Según Gutiérrez, debe conciliar con los criminales, condenados y presos, y aceptar sus exigencias de control y comisión de delitos para evitar que asesinen a los guardianes, porque ellos, los presos, «tienen capacidad de ordenar asesinatos o hacer atentados […] muchas personas que están privadas de la libertad todavía ejercen un control criminal de las estructuras en las calles». Y frente al uso de equipos de video y comunicación, plantea su dilema como analogía al tráfico de drogas: «O lo legalizamos o lo controlamos». ¿En serio? ¿Quién tiene el poder en las cárceles? ¿Quién cuida a quién? ¿Quiénes dan las órdenes y quiénes las acatan?

La propuesta gubernamental debiera reflexionar sobre varios elementos clave, y, aunque la lista puede ser bastante larga, pueden revisarse: El preso debe trabajar, dentro o fuera del reclusorio, y ganarse el pan con el sudor de su frente. Alternancia de guardianes (y presos, de acuerdo con las circunstancias), para evitar élites y gobiernos intracarcelarios y, por tanto, corrupción. Revisión de penas por reincidencia, con obligaciones laborales precisas. Compensación del victimario a la víctima, de acuerdo con el daño causado. Plan riguroso de proceso psicosocial de reinserción y propuesta individual de su labor de reinserción a la sociedad. En los casos de casa por cárcel, el sistema electrónico de seguridad personal debe permitir la detección precisa e inmediata. Tanto en la pena intramural como en la casa por cárcel, control permanente de actividades y niveles de confort, de acuerdo con la normativa, y de acuerdo con la equidad.

Por supuesto, quienes lanzaron ideas para listar lo expuesto en el párrafo anterior dicen que es solo echando globos. Pero, como la piedrita en el agua, puede que algo pase.

@PunoArdila

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