La historia del paro del 6 a 12 de junio

Por DIEGO OTERO PRADA

La sexta semana del paro se vio influida por la presencia de la Comisión   Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que visitó a Colombia a pesar de las reticencias iniciales del gobierno colombiano.

El clima ha sido el aliado del gobierno, como antes lo fue la pandemia. Bogotá es una ciudad gracial, de lluvia todos los días, así nadie sale a las calles, lo que no cuentan los medios.

Simultáneamente se conoció el informe de Human Rights Watch (HRW), bastante crítico para el gobierno y las fuerzas de Policía.

Se realizó la llamada Toma de Bogotá, deslustrada porque el 10 de junio fue un día de intensa lluvia intensa y mucho frío.

Muertos, heridos, desaparecidos

No hay coincidencia en las cifras de muertos, heridos, desaparecidos por las diferentes instituciones estatales y ONGs, tal como ocurría con las cifras de la violencia.

La amplitud de las protestas se puede apreciar en el informe del ministerio de Defensa, balance del paro a 10 de junio, que es muy revelador:

*13 205 acciones

* 738 concentraciones

* 2399 marchas

* 3369 bloqueos de vías

* 666 movilizaciones

Estas acciones se han dado en 800 municipios.

En cuanto a fatalidades durante el paro, la organización Temblores presentó el siguiente balance del 28 de abril al 30 de mayo:

3789 casos de violencia policial distribuidos como sigue:

  • 1649 detenciones arbitrarias
  • 705 intervenciones violentas
  • 1248 víctimas de violencia física por la policía
  • 25 víctimas de violencia sexual
  • 65 víctimas de agresiones a los ojos
  • 45 homicidios
  • 187 casos de disparos de armas de fuego por la policía

Indepaz fija para el 10 de junio 76 homicidios. Falta estimar los desaparecidos que van de 100 a 300.

Para las agencias del gobierno las muertes por el paro son bastante menores, 20 para la Fiscalía.

Estas cifras de violencia policial muestran el carácter fuertemente represivo del régimen uribista contra el movimiento social. No tienen paralelo hoy en el mundo,

Otra vez el paramilitarismo

Estas protestas han evidenciado que el paramilitarismo sigue muy vivo, que trabaja al lado de las Fuerzas Armadas y de las mafias como fuerza de choque contra los manifestantes. Estaba latente y salió a la superficie. Lamentable que existan barrios como Ciudad Jardín en Cali, que sean centro de pistoleros al servicio de intereses oscuros, o como se dice de “la gente de bien”.

Cual es la estrategia del gobierno

La estrategia del gobierno ha sido desde un principio clara: dilatar y dilatar, sacar excusa, tras excusa para no concertar.

Esta estrategia de dilación está acompañada de una campaña de desprestigio contra los manifestantes. Se trata de agrandar el tema de los bloqueos que se han concentrado desde el comienzo en el suroccidente del país, dando a entender que estos bloqueos se dan en todo el país. Se presentan cifras del tamaño de los daños por el gobierno y los gremios sin claridad empírica. Nunca se dice que si siguen bloqueos es porque el gobierno no quiere negociar.

Se habla de perdidas para el sector empresarial, pero nunca se habla de cuanto valen los 3,6 millones de desempleados, fácilmente 11 billones de pesos por mes, de ingresos dejados de recibir.

Adicionalmente, hay otra estrategia de tratar de desconocer el Comité del Paro. Que allí no están todos, que los jóvenes no están representados. Es otra burla mediática, de desinformación a propósito. En el Comité del Paro están todos los sectores representados, unos más que otros.

Las instrucciones del Comité se han cumplido, y en las calles se ve el apoyo al Comité del Paro. Decir lo contrario, es ir contra la realidad.

Los medios de comunicación al servicio del régimen

Los medios de comunicación impresos y televisivos, en su mayoría están con el régimen y siguen a diario sus instrucciones para desprestigiar al movimiento. Muy grave que algunos analistas supuestamente progresistas hayan caído en la trampa del gobierno y critican, como el gobierno, los bloqueos y siguen sus mentiras, sin hacer distinciones, por ejemplo, sobre el vandalismo, cuyas causas son muy variadas, desde la delincuencia hasta policías vestidos de civil y paramilitares.  

El Tiempo es de lo peor. Solamente aparecen en sus crónicas y entrevistas los representantes del gobierno y los editorialistas en su mayoría están contra las protestas. Lamentables las crónicas de Germán Vargas Lleras, Armando Montenegro, María Isabel Rueda, Sergio Clavijo, un ex nadaísta perdido, y muchos otros. El Espectador es un poquito independiente, pero es otro medio del del sistema. RCN, caracol, CM&I son medios televisivos dedicados a echarle el agua sucia al paro. Poco se habla ya de los desmanes.

Semana es de lo peor, es la versión tropical de Fox News en Colombia, es un medio de extrema derecha. Lanza una serie de fake news sin ningún sustento, de locos, como que las protestas vienen de una conspiración internacional, con base en la “comunista” Rusia. Viven en los años de guerra fría del siglo XX. Muy característica de esta posición es la supuesta periodista Vicky Dávila, extremista de derecha, enemiga de todo lo popular o que huela a oposición. Es la derecha sin argumentos, a base de mentiras, con la política de infundir miedo y que la ciudanía se vaya hacia las fuerzas que defienden el orden, o sea, el Centro Democrático, el partido Conservador y Cambio Radical. Son partidos que se quedaron en el pasado, ya no tienen ideas, su único propósito es defender a sus clases e intereses.

No se leen o escuchan crónicas sobre los dirigentes del paro, sus propuestas, análisis. Se hace énfasis en dos policías muertos, pero poco sobre los más de 60 muerto de civiles, mujeres atacadas sexualmente, desaparecidos, civiles que han perdido un ojo y miles de heridos, torturados y amenazados.

Los gremios

Los gremios son el apéndice del gobierno. Terribles las declaraciones del presidente del Consejo Gremial, Domínguez, de secretario de la SAC y del director de Fenalco. Repiten las mentiras de la derecha.

Los paros y las marchas

En la semana del 6 a 12 de junio bajó fuertemente el nivel de asistencia a las marchas. La toma de Bogotá el 10 de junio fue lánguida.

El clima ha sido el aliado del gobierno, como antes lo fue la pandemia. Bogotá es una ciudad gracial, de lluvia todos los días, así nadie sale a las calles, lo que no cuentan los medios. Por otra parte, esta semana y la anterior han coincido con los exámenes de fin de semestre de las universidades y colegios y los estudiantes no se han movilizado por esta razón, igualmente.

Pero el sentimiento de rebeldía persiste, el apoyo al paro es del 75 por ciento, y volverá de nuevo después de vacaciones y cuando el tiempo sea más propicio. Equivocado está el gobierno si cree que acabó al movimiento. Agosto y septiembre serán calientes. Además, la gente va a estar más organizada.

@DiegoOteroP

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