La economía del deporte

Por HUMBERTO TOBÓN

Una de las actividades que ha venido aumentando su participación en las cuentas nacionales es el deporte. Su impacto económico es reconocido y sus posibilidades de seguir creciendo son muy prometedoras.

Un evento deportivo mueve los sectores asociados al turismo como la gastronomía, el transporte, las comunicaciones, las actividades nocturnas, la cultura y la hotelería, promoviendo el empleo y creándole a las finanzas públicas un renglón más robusto de ingresos.

La realización de un campeonato de importancia implica inversión en escenarios deportivos y otras infraestructuras, lo cual exige la vinculación de mano de obra. Esto activa subsectores relacionados con la construcción y permite una mayor dinámica de la demanda.

Durante la celebración del evento deportivo es claro que se requiere un número muy alto de personal en los procesos operativos y administrativos, para asegurar su éxito. Las actividades comerciales y de servicios se mueven con gran dinámica dado el número de visitantes.

Con todos esos espacios construidos, por ejemplo, para unos juegos olímpicos, campeonatos mundiales, torneos continentales o nacionales, es posible diseñar un plan de largo aliento que contribuya a la realización de muchos certámenes más, que congreguen de forma constante la presencia de miles de deportistas y aficionados, que aportan al movimiento económico.

Para los territorios sedes de estos eventos deportivos, una ganancia adicional es la promoción nacional e internacional, que se traduce en una mayor dinámica del turismo, la atracción de inversiones y facilidad para obtener la sede de nuevos campeonatos.

Hay una gran cantidad de eventos que requieren las autorizaciones de las federaciones nacionales e internacionales y estas se deben tramitar de acuerdo con los reglamentos previstos. Pero hay otras acciones deportivas que se pueden desarrollar de manera independiente y que logran concitar el interés de los practicantes. La combinación de ambas opciones, es lo que permite que haya ciudades que alcanzan a tener una economía deportiva que aporta mucho a la formación de riqueza en el territorio.

Para alcanzar una economía del deporte sólida, se requiere preparación en todos aquellos sectores que se benefician directamente y que van desde la mano de obra, servicios de alta calidad, infraestructuras adecuadas y seguridad garantizada.

En ese proceso de preparación es indispensable pensar en una flexibilización tributaria, para permitir que los promotores de las actividades deportivas consideren el territorio como una opción válida. Se sabe de ciudades que han aprobado normas tributarias que eximen del pago de impuestos directos a los eventos deportivos, dado que la administración pública tiene la seguridad de que los tributos le llegarán por otras vías, como las de industria y comercio por la utilización de hoteles, bares y restaurantes.

Todo esto, para proponer que luego de la realización de los juegos nacionales y paranacionales en el Eje Cafetero 2023, sería oportuno que las autoridades de los departamentos y ciudades capitales se sentaran a planear un proyecto de largo plazo que consolide la región como un epicentro deportivo a nivel internacional, aprovechando las infraestructuras que quedan construidas y la experiencia que deja la organización de las justas.

@humbertotobon

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