Por JOSÉ RAMÍREZ VÉLEZ
Las elecciones del 29 de octubre/23 serán las más cruciales e importantes de toda la historia de Colombia. Su resultado fortalecerá el cambio y la transición o nos devolverá a otro ciclo de violencias y exclusiones. Los colombianos en el exterior podemos ser determinantes en este proceso. Por nuestra compleja experiencia, por lo que hemos aprendido sobre la tranquilidad y verdadera seguridad humana, por la solidez de los sistemas democráticos y electorales conocidos, por el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos, tenemos el deber y la responsabilidad ética de ayudar a que la vida, la paz, la democracia y la justicia sean posibles por fin en nuestro terruño.
Conocí a Gustavo Bolívar al comienzo de la campaña presidencial de Petro en 2018. Luego, un gran amigo residente en París me lo presentó virtualmente y me facilitó su contacto. Tuvimos una corta relación; sin embargo, alcanzó a conocer nuestras inquietudes y propuestas. Nos acompañó durante la Marcha a la Haya y otros momentos importantes en el exterior. Hubo un incidente público entre él y María José Pizarro, que motivó una fraterna carta mía a los dos, que nunca fue contestada y que produjo que me sacaran de sus contactos, ojalá no de sus afectos. Es una inquietud que algún día quisiera dilucidar. Por lo demás, los quiero a ambos, los respeto, creo que son después de Petro figuras muy importantes en Colombia.
Considero además que Bolívar, María José Pizarro y Petro pudieran no sólo representar nuestra trágica y dramática realidad de “migrantes, desplazados y ninguneados”, sino asumir nuestras angustias, dolores y sueños con mayor liderazgo y comunicación. Diría que lo han hecho a su manera, pero sin lograr los amarres, las complicidades y los reconocimientos necesarios. Bolívar ha sido parte de una ínfima minoría de intelectuales y empresarios en Miami. María José, en solitario y en silencio, ha sido una “hippy” privilegiada, estuvo en Cataluña y aquí nos conocimos. Petro fue diplomático en Bruselas, a quien la oligarquía trató de forma muy dura. En todas las migraciones y las diásporas siempre existen élites, de las oligarquías o de los regímenes del establecimiento, como de las izquierdas, progresismos e intelectuales, que viven y juegan sus posibilidades pero rara vez logran asumir el proceso colectivo.
Les pedimos y exigimos asumir mejor la representación simbólica e histórica de esta parte del pueblo y de la nación, la diáspora. Somos una minoría excluida que urge de reconocimiento, reparación y oportunidades. Somos parte del país y queremos el Cambio, hemos luchado por él y hoy queremos ser gobierno. Podríamos ser la Región Especial 7.
¿Por qué lo elegiremos?
- Porque el cambio y la transformación requieren del motor, el pulmón y el cerebro que es Bogotá, con casi 9 millones de habitantes, más de la mitad migrantes internos, desplazados y ninguneados por todas las anteriores administraciones. Petro necesita a Bolívar.
- Porque Bogotá necesita del gobierno nacional para las grandes inversiones y obras públicas, para generar los grandes modelos en energías renovables, gestión de residuos y basuras, derechos humanos, políticas públicas sociales. Bolívar necesita a Petro.
- Porque casi el 30% de nosotros, los que pudimos salir del país, somos de Bogotá y alrededores y necesitamos para retornar a una ciudad digna, amable, vivible, decente, justa, con oportunidades y programas sociales que protejan de verdad a nuestros niños, jóvenes, mujeres y comunidades desplazadas. Sabemos que el único que puede cumplir y lograr todo esto es Gustavo Bolívar.
- Porque Somos Poder Político y Electoral.
De los 10 millones de Inmigrantes, desplazados, expatriados la mayoría tenemos un amigo, un familiar, un vecino en la capital y casi dos millones provenimos de allí.
Bogotá tiene una población de 8. 5 millones de habitantes.
Hay inscritos y habilitados para votar, casi 6 millones.
Votaron en las anteriores elecciones: 3.300.000 personas.
Claudia ganó con: 1.108.541 votos. ( el 35.21%).
Haciendo un ejercicio aritmético elemental y suponiendo que 500 mil colombianos (de los 10 millones que vivimos fuera y los 2 millones que proceden de Bogotá y alrededores) se comprometen a persuadir a tres personas cada uno, para que voten por Bolívar, lograríamos 1.5 millones de votos. Sumados al 1.5 millones de votos propios del trabajo y la campaña de Bolívar en el territorio, serían 3 millones, cifra probable y más que suficiente para alcanzar el objetivo. Por tanto, la diáspora sería decisoria y un poder concreto electoral.
- Porque es el mejor y más leal amigo y compañero de Petro.
- Porque es una persona franca, sincera, directa, honesta y transparente, que siempre dice la verdad.
- No es corrupto y combatirá a todas las “ratas”. No tiene rabo de paja.
- Tiene el programa de gobierno más viable, realista y social de todos los candidatos.
Pero ojo: No podemos repetir el mismo error de las presidenciales con el Congreso. En la alcaldía también necesitamos ser mayoría en el Concejo y elegir la lista del Pacto Histórico, para sacar adelante los presupuestos, programas y demás herramientas legales para lograr el cambio.
Hagamos el ejercicio y gestemos este gran laboratorio con Bogotá. Activémoslo ya, es la hora y la oportunidad.
Así como nos movilizamos por justicia internacional y fuimos a la CPI en La Haya en 2019; así como acompañamos a nuestros jóvenes durante el estallido social en todas las plazas del mundo, en 2021; así como aumentamos significativamente la votación en el exterior en las elecciones presidenciales del 2022.
Así podemos elevar esta vez, el nivel de conciencia, información, participación y organización, de la colombianidad en el exterior para decidir la elección de Gustavo Bolívar en Bogotá y la lista al Concejo del PH.
Nuestro mejor programa de retorno, de reparación, de reinserción y de repatriación de talentos, hoy es elegir al alcalde del cambio y de la paz, al alcalde amigo y progresista, al mejor alcalde de todos los tiempos para nuestra querida y sufrida BOGOTÁ.
Tengámoslo presente compas en el exterior: Podemos elegir a gustavo Bolívar. Hagamos juntos la prueba.
La diáspora existe. La diáspora es paz. La diáspora es poder ciudadano.
@Rukanata
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