En entrevista exclusiva con El Unicornio, el expresidente Ernesto Samper Pizano manifestó que sus relaciones con el director del Partido Liberal, César Gaviria hoy son inexistentes. “Una cosa es el Partido Liberal cuya sede está en la calle 36 con Avenida Caracas, y otra muy distinta es el liberalismo. Este país sigue siendo liberal, pero no necesariamente son militantes del partido”.
Samper analizó las justas electorales del 13 de marzo y advirtió que se podría repetir un escenario como el de hace cuatro años, donde Fajardo en caso de no pasar a segunda vuelta, no apoyaría a Petro.
Para el expresidente los grandes protagonistas de la política colombiana en algún momento fueron liberales: “Uribe, Duque, Vargas Lleras, Fajardo. Salvo el caso de Petro todos los que están en el escenario hoy en día son liberales”.
“Lo más destacado de las elecciones de la semana pasada es que se anticipó la primera vuelta. Es decir, cuando parecía que iba a seguir un juego en una cancha de fútbol, en el que había un árbitro y había unos hinchas, de pronto se reconfiguró el bloque de derecha, renunció el candidato del Centro Democrático y se supo que su verdadera candidato -y el de Uribe- era el señor Federico Gutiérrez. De otro lado, con la alta votación que sacó el Pacto Histórico, el centro comienza a desaparecer como alternativa. Y pasamos a un escenario que no es el mejor para Colombia: la polarización entre dos extremos, entre dos propuestas que se combaten entre sí. Exactamente el mismo escenario de hace cuatro años”.
“Un personaje como Rodolfo Hernández seguirá perdiendo vigencia y terminará sumándose a la derecha. Grupos como el de Germán Vargas Lleras también terminarán en la derecha, y hay unos movimientos subterráneos que he empezado a ver, como el grupo de los verdes que están con Petro, van a jalonar a su partido hacia el lado de Petro. No le veo otra alternativa a Claudia López si quiere mantener su espacio político, que hacer una alianza con el Pacto Histórico.
Todas estas circunstancias nuevas terminarán afectando la posibilidad de tener una alternativa de centro. A esto se agrega que en reiteradas oportunidades Sergio Fajardo ha dicho que si él llegara a perder en la primera vuelta frente a Petro en ningún caso lo apoyaría. O sea que volvemos a lo que teníamos hace cuatro años: si no pasa el señor Fajardo no hay posibilidad de hacer una alianza progresista, porque el señor se irá a ver ballenas y es muy probable que lo que esté primando para la gente sea el voto sistema o antisistema, y terminen votando por el tercer Uribe, que sería el señor Federico Gutiérrez, algo fatal para el país”.
“Falta por establecer cuál va a ser la posición del Partido Liberal, si es verdad que va a apoyar a Petro. Esto es como agua bendita para el demonio, porque le lava la cara frente a la pretensión de la derecha de estigmatizarlo. Sería una alianza paradójica, pues se unirían el inventor del modelo neoliberal como es César Gaviria, con quien representa un modelo distinto que sería Petro”.
“Estamos en una situación contraria a la de hace cuatro años, yo diría que el presidente es el que no diga Uribe. El que diga Uribe no va a ser. El que no esté con Uribe tiene más posibilidades de ser que el que diga Uribe. Tenemos un gobierno que sale en las peores condiciones, que no deja una política internacional seria, que aumenta el desempleo, la pobreza, que no ha podido poner en marcha los acuerdos de paz. Eso se lo cobran a Uribe porque Duque era el de Uribe, y el costo para la derecha es estar en votación muy por detrás del Pacto Histórico”.
“Gaviria tiene la posibilidad de hacer elegir a Petro en la primera vuelta, si le da su bendición. No porque le aporte muchos votos, pues aunque es cierto que la lista que salió elegida del Partido Liberal es de grandes electores, estos no harían el menor esfuerzo por renovar su apoyo en las presidenciales. Quedaron exhaustos, no se puede esperar a que sus votos se trasladen directamente al Pacto Histórico. Pero sí tiene un gran valor simbólico el apoyo que le pudiera dar como marca liberal Gaviria al Pacto”.
“De todas maneras, mucha gente del Partido Liberal ya estaba votando por Petro en esta primera vuelta, eso es absolutamente claro. Y volverán a votar por él. La gente quiere un cambio y el cambio lo representa más el Pacto Histórico que la coalición de derecha”.
“Soplan vientos progresistas en toda América Latina. El hecho de que esté gobernando López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina, que haya regresado Morales a Bolivia, que hayan elegido a un campesino como Alberto Castillo en Perú y lo que sucede en Chile, muestran que el péndulo de la derecha está cayendo. Se está produciendo una sustitución, es claro el fracaso de los gobiernos de derecha con un modelo que iba en contravía de los que se necesita para manejar la pospandemia, que es expandir el gasto público, extender subsidios a la población que quedó en situación de pobreza absoluta, aumentar los niveles de empleo poniendo a funcionar la pequeña y mediana industria, hacer concesiones al Banco Central para que haya más dinero en circulación. Toda esa compleja maquinaria que no pudieron montar los gobiernos de derecha, se la están cobrando en los países”.
“La política internacional de Estados Unidos gira más alrededor de sus intereses económicos que de las afinidades que pudieran existir de orden político. No deja de ser una paradoja que precisamente la semana en que el presidente Duque consigue su anhelada cita con Biden, el día anterior Biden le pone los cuernos. Y por supuesto que tiene interés en el petróleo. La importación que hacía Estados Unidos era alrededor de 600 o 700 mil barriles diarios, y los únicos que tienen la capacidad rápida de poner a explotar los pozos de petróleo que se cerraron en Venezuela a raíz de la huelga de PDVSA, son las compañías norteamericanas.
“Pero hay una segunda intención de Biden, pues tanto él como Putin están jugando a la guerra fría de los años 40. Y a Biden le sirve tener una guerra en esta época de elecciones, porque a los norteamericanos les fascina la guerra y les fascina el miedo que producen las guerras y los conflictos. Y Putin quiere volver al concepto de la grandeza de la Unión Soviética”.
“En ningún caso la intervención ofensiva de Rusia es algo que se pueda justificar, pero es claro, como decía Kissinger que conque haya un acuerdo de cese al fuego, se retiren las tropas rusas y Ucrania decida no entrar a la OTAN y lo acepten en la Unión Europea, el tema no va a quedar resuelto. Hay un conflicto muy profundo dentro de la misma Ucrania, su situación tiene algún parecido con la de Colombia. No porque vayamos a enviar soldados a la OTAN para presumir de que somos una potencia internacional, sino porque las circunstancias son las mismas: hay una situación del enfrentamiento, allá más duro que en Colombia”.
Cuando se le preguntó a Samper Pizano qué pensaba de la autoincriminación que hicieron las Farc del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, así respondió: “El capítulo más importante de su libro, Jorge (Los secretos del asesinato de AGH), que es la entrevista póstuma con Myles Frechette, da unas claves muy importantes para entender todo lo que pasó ahí. Mi obligación como jefe de Estado es no subestimar las otras hipótesis que se tejieron, inclusive otras absurdas que se desbaratan en el libro, como que nos hubiéramos involucrado en la condición de un crimen de Estado, Horacio Serpa y yo. Esa tesis no tiene ningún asidero, yo he aceptado que todas las tesis sean investigadas, y la misma posición tengo frente a la autoincriminación que han hecho las Farc. Eso debe ser evaluado y sopesado ante la JEP. Me pregunto simplemente, como un epílogo, si no hay posibilidad de que esas hipótesis de alguna manera aparezcan mezcladas entre sí. Si de golpe no hay un pedazo de verdad, por lo menos con la hipótesis “oficial” que se desarrolla en su libro, y la nueva hipótesis de las Farc”.