Es el agua…

Es una verdadera tragedia que una empresa de Acueducto anuncie que el servicio de agua se va a cortar durante varias horas por arreglos o mantenimientos. Y cuando el tiempo de suspensión del servicio se alarga por más horas o días, la situación se vuelve crítica e insoportable.

Damos por hecho que el agua está ahí, a nuestra disposición, con sólo abrir el grifo. Y apenas sí entendemos la importancia vital de este líquido cuando nos falta temporalmente. Sin embargo, pronto olvidamos el asunto y volvemos a abusar de su uso, incluso en estas temporadas de sequía. No tenemos, en general, conciencia sobre la utilización racional del agua.

En el mundo hay 2.100 millones de personas que carecen del servicio de agua potable. En Colombia son 15 millones los que no tienen acceso a agua o que consumen líquido no tratado, especialmente en las zonas rurales, que la toman directamente de los ríos y quebradas. Así de dramático es el problema.

La Organización Mundial de la Salud considera que una persona requiere 100 litros de agua al día para su alimentación e higiene, sin embargo, en las grandes ciudades de Colombia el consumo promedio diario por persona en los estratos altos es de 300 litros y en los municipios alejados, donde la oferta de este servicio no es permanente, el consumo por persona puede llegar a bajar a 15 litros diarios.

Con las restricciones de oferta de agua también sufren las actividades económicas, tanto en el campo como en las ciudades, y eso tiene impactos en la productividad y en la inversión.

Por todo esto, es clave que haya una defensa radical de los sistemas naturales de nevados y paramos, para lo cual se requiere la voluntad política de los distintos actores territoriales y el compromiso presupuestal del gobierno nacional.

En el caso de la región RAP Eje Cafetero, donde hay un sistema de siete páramos y varios parques nacionales naturales, el reto es proteger estos ecosistemas que dispensan el agua que consumen cerca de 4.5 millones de personas.

La seguridad hídrica es uno de los temas que tienen más relevancia en el hecho regional de Territorio Sostenible y en el que se observa con mayor claridad la urgencia de trabajar supradepartamental en proyectos que impliquen los esfuerzos de Caldas, Tolima, Quindío y Risaralda.

@humbertotobon

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