Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Pasaron las elecciones
con regocijos y angustias;
muchos con las caras mustias
y electos varios bribones.
¡Ciertos partidos de hampones
repitieron sus escaños,
ocupando los peldaños
de democracia comprada
que, en perniciosa manada,
se somete a sus engaños.
Claro, también llegan nuevos
a competir con los malos;
y hubo muchísimos palos
contra el que tiene ‘tres huevos’.
Los sentimientos son nuevos
como el tejedor que tupe,
¡oh Virgen de Guadalupe!,
con ese buen resultado,
ya tenemos por sentado:
“no más Uribe ni Duque”.
Las consultas, al final,
no fueron la gran sorpresa:
como pollino en dehesa
‘Fico’ resultó triunfal.
Y, para algunos fatal,
pasando de oscuro a pardo,
continuó el pesado fardo
con las urnas poco llenas,
del “mirador de ballenas”:
otra vez quedó Fajardo.
Eran varias las morenas,
o negras, como ellas dicen,
que, a pesar de lo aprendices,
hicieron grandes faenas.
Protagonistas muy buenas,
de jornada meritoria;
y que quede en la memoria
que esa candidata Francia,
con merecida importancia,
va a construir buena historia.
Muy pocos los triunfadores
y muchos los derrotados,
que llorosos y endeudados,
pasan viernes de dolores.
Democracia, sus hervores
deja muchos afectados,
con orgullos resignados,
las vanidades marchitas,
recibiendo las visitas
en pabellón de quemados.
ÑAPA:
“Fueron errores, les digo.
No hubo mala intención”.
¡Ay, registrador amigo!,
se lo repito yo a tigo,
les falló medio millón.
Un errorcito pendejo
en cada mesa informada.
La excusa deja perplejo,
con quemaduras de hollejo
treinta mil no es pendejada.
@pedrojdelvalle