El nuevo año llegó con un nuevo virus del cual nunca habíamos oído hablar, que tiene al mundo alerta pues ya ha atacado a más de 500 personas en China y se ha propagado por Corea del Sur, Tailandia, Japón y Estados Unidos. por eso en El Unicornio recurrimos a Zulma Cucunubá, reconocida investigadora colombiana que en 2012 obtuvo el premio para Mujeres Médicas y Científicas Latinoamericanas en Bangkok y quien en la actualidad trabaja en el Grupo de Parasitología del Instituto Nacional de Salud, para que nos cuente detalles de este brote.
Por ZULMA CUCUNUBÁ
El 31 de diciembre de 2019 fue identificado un nuevo virus como causante de infección respiratoria en 41 personas en la ciudad de Wuhan, China. Estos portadores habían visitado, en días previos, un mercado específico que fue cerrado el 1 de enero de 2020.
Durante la primera semana del año no se presentaron nuevas infecciones, llevando a concluir inicialmente que la fuente del virus era algo desconocido, localizado en ese mercado, y que era poco probable que la transmisión humano-humano fuera la determinante de potencial expansión.
Muy importante, el gobierno chino e investigadores locales lograron secuenciar el virus en tiempo record. Y para destacar, el 11 de enero liberaron las secuencias genéticas del virus al público para que cualquier persona las pudiera analizar.
Esto permitió que el 12 de enero, un día después, investigadores de otras partes del mundo ya tuvieran análisis filogenéticos concluyentes. Así, se logró establecer que el virus es genéticamente similar a otros dos coronavirus ya conocidos pero diferentes.
En el 2012, otro brote por coronavirus, fue detectado por primera vez en Arabia Saudita. Se notificaron hasta octubre de 2019 más de 2.400 casos de infección en distintos países, con más de 800 muertes. La letalidad es, por tanto, del 35 por ciento.
Con el actual brote, conocer las secuencias genéticas permitió rápidamente desarrollar las pruebas diagnósticas para detectar el virus y así empezar barridos de personas sintomáticas en aeropuertos internacionales de Asia con vuelos provenientes desde Wuhan.
Así, en enero de 2012 se detectó el primer caso fuera de China, se trataba de una persona que viajó desde Wuhan hasta Tailandia. Además, este caso se resalta porque esta persona no había visitado el mercado desde donde surgió el virus, lo cual sugirió una fuente de transmisión humano-humano.
El 16 de enero se reportó un nuevo caso en Japón, de un viajero desde Wuhan que tampoco había visitado el mercado. Entonces la pregunta era ¿es posible que la epidemia sea más grande de lo que se ha reportado? Para responderla, otro grupo de investigadores reunió la información pública y construyeron un modelo para analizar rápidamente.
El modelo es relativamente sencillo pero poderoso, permite estimar el número de casos que han requerido hospitalización hasta el 12 de enero de 2020 en Wuhan. Es decir, permite saber si es posible que en los hospitales ya haya casos que han pasado desapercibidos.
¿Qué se encontró? La posibilidad de que una persona viaje fuera de Wuhan antes de buscar cuidado médico es de 1/564. Dado que ya hay casos detectados fuera de Wuhan, eso implica que debe haber cerca de 1.700 casos en Wuhan.
Esto significa que hay más casos de los reportados y deben examinar todos los pacientes de neumonía en hospitales de Wuhan y otras ciudades y hay que intensificar la búsqueda en aeropuertos nacionales e internacionales, relacionados con Wuhan.
Por ahora, hay muchos aspectos desconocidos como el origen del virus, que al igual que los otros coronavirus, debe ser de un animal. ¿Cuál? Y en cuanto a la transmisión de humano a humano, aún hay incertidumbre sobre si esto ocurre de manera sostenida.
Se trata de un fenómeno sin precedentes y en mi opinión, representa la posibilidad de que juntos podamos controlar las epidemias.