Educación sí, pero no así

Por HUMBERTO TOBÓN*

Una estudiante bogotana, a quien conocemos en la familia, con una habilidad excepcional para la música y la pintura, reprobó el año escolar, debido a que perdió dos de las doce materias que le dictó el colegio durante el último periodo escolar.

Este no es el único caso. Se repiten por miles en Colombia, demostrando que la concepción de nuestro sistema escolar tiene un atraso de por lo menos un siglo, frente a otros países, debido a normas desuetas.

Para una buena parte del sistema educativo colombiano, 16,6% de las materias perdidas son más que el 83,4% de las materias aprobadas. Y como esta relación aritmética absurda es la que prevalece, con el argumento de que debe ser así, porque esa es la tradición, se desestimula y frustra a estudiantes que tienen otras habilidades distintas a la química, la matemática, la religión, o la educación física.

El colegio bogotano sentenció que la joven debe repetir todo el año lectivo, incluyendo las diez materias que ganó, porque así lo señala el reglamento.

La estudiante es una aventajada música y una pintora muy hábil. Lo suyo son las artes, la sensibilidad y la creatividad. Pero los directivos de su institución, privada para mejores señas, consideran que esos son temas menores, y que lo esencial es saber de ciencias duras y aprenderse reglas y fórmulas, que ella no utilizará en su vida, porque su interés no está en la ingeniería o la química, sino en los espacios artísticos.

Esa mirada decimonónica de la educación en Colombia, donde un profesor dicta y/o escribe en un tablero, obligando a sus alumnos, a los que mira desde su posición dominante, a repetir con puntos y comas, de forma precisa, lo que él copió de un libro guía, es lo que hace que nuestro país esté calificado entre los peores del mundo en calidad educativa.

Sólo unos pocos colegios y un grupo destacado de maestros, se han rebelado contra ese modelo anquilosado de educación, y están trabajando sobre esquemas disruptivos, basados en la lectura crítica, en la controversia de las ideas, en la expresión oral, en las habilidades sociales y en las técnicas para escribir, apoyados en nuevas tecnologías y en conceptos que ya tienen historia y relevancia en otras naciones.

Es frustrante ver a unos niños aprendiéndose la tabla periódica, en vez de saber qué beneficios puede tener el uso de algunos elementos químicos para la salud y el bienestar social. Para el sistema es importante que niños y jóvenes sepan de memoria todas las capitales de los países, a pesar de que el alumno no comprenda el impacto que tienen sobre los ciudadanos los conceptos de organización política de los estados y sus sistemas de producción. De poco sirve saber la fecha de nacimiento de un prócer de la independencia, si no se contrasta la realidad en la que viven 21 millones de personas pobres en nuestra democracia.

El modelo de educación en el mundo cambió. Sólo que el sistema colombiano no lo quiere adoptar.

@humbertotobon

*Estos conceptos no comprometen a la RAP Eje Cafetero, de la que soy Subgerente de Planeación Regional

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial