Del Quindío a la marcha, con amor

Mucha bulla mediática con la nueva Señorita Colombia, María Fernanda Aristizábal, porque se declaró a favor de las marchas. Me parece magnífico, entre otras cosas porque pone algo de neuronas a un evento obsoleto, casi acabado, como el Reinado Nacional de Belleza.


Su intervención incluso dio para un meme donde se asegura que “la nueva reina habla como presidente, y el presidente habla como reina”. Lo cual es cierto y también lo celebro. En realidad, Duque no habla como reina; habla como reina bruta, que es distinto. Hay reinas inteligentes, no muchas, pero las hay.

Me gusta esta pelada, es de las Miss Colombia que más me ha gustado en años recientes, no solo porque es preciosa e inteligente, sino porque los colombianos han pasado por alto un hecho interesante, gracias a su profunda ignorancia cinematográfica.

Esta pelada, Mafe Aristizábal, es muy parecida a Daniela Bianchi, célebre actriz italiana de los años ‘60s y ‘70s que protagonizó junto a Sean Connery la mejor película de James Bond de todos los tiempos, “Desde Rusia con Amor” (1963), la única película de la serie con una trama de espionaje creíble e interesante.


Ambientada en Estambul, 007 va a la antigua Constantinopla a recibir una máquina decodificadora rusa llamada “Lektor” que una agente rusa (Bianchi) le ofrece a MI-6, es decir, lo que en el mundo del espionaje se conoce como un ‘Walk-in”. Tatiana Romanova, encandilada por la fama del Agente 007 y su éxito con las mujeres, exige que sea James Bond (Connery) quien sirva de “liaison” para la entrega de la maquina Lektor y, así, se planea el rendevouz en Estambul.

La película es célebre entre otras cosas por una pelea entre gitanas por el amor de un mismo hombre, mismas que acaban enamoradas de Bond después de la pelea; por la aparición en el cine anglo de Pedro Armendáriz en su papel de Ali Kerim Bey, el contacto turco de Bond en Estambul; por la cacería de un asesino búlgaro, Krilencu, saliendo de un cartel de una película de Anita Ekberg; y por un intercambio fallido en Hagia Sofia que acaba con un muerto. En esa película también debuta Robert Shaw como asesino ruso al servicio de SPECTRE, quien es el encargado de matar a James Bond, y hay una pelea en un vagón del “Orient Express” entre Shaw y Connery que yo creo es la mejor pelea del cine de todos los tiempos.

Pero el encanto de la película es Daniela Bianchi, sin duda, mi “chica Bond” favorita. Sale en una escena en Baby Doll, que para qué les cuento. Y ese gemido de la Bianchi en el vagón del Orient Express de “Oh, James, do you love me?”, con una cinta negra en el cuello, debe ser una de las escenas más icónicas del cine, el triunfo total del “Macho Alfa” más famoso del cine.

Ahora por arte de Raimundo Angulo tenemos nosotros nuestra propia Daniela Bianchi, más inteligente y sexy que la original, algo que no se esperaba nadie de un certamen que respira sus ultimas bocanadas de aire.

Y como yapa del buen juicio de la chica de Armenia, ahora podemos decir que tenemos una “Mafe buena” para contrarrestar a una “Mafe mala” (Cabal), algo que no sobra en un país como Colombia.

Juzguen ustedes el parecido, para mí, hablar de Daniela Bianchi y Mafe Aristizábal, es como hablar de madre e hija, o de dos hermanas.

Y como nuestros servicios de inteligencia son muy malos (tan malos que matan niños y gente inocente), me pido en esta fantasía monárquico-fílmica el papel de 007. Después de todo, escribo novelas de espionaje y me he leído todos los libros de Ian Fleming. Ademas, amo Estambul, una de mis ciudades favoritas.

En cuanto a los malos, esos se los dejamos al uribismo. ¿O es que no se han fijado que el “Patriota” se parece a “Blofeld”, el archienemigo de Bond?

From Quindío with love, Mafe Aristizábal…

@priast

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