Cultura acéfala

Por PUNO ARDILA

El ministerio de Cultura cumple cien días sin cabeza. ¿La razón?: la cultura es para los gobiernos un tema de tercera… de quinta, tal vez. Sin explicaciones, sin saber qué los incomodó, salió Patricia Ariza, la única que en 25 años ha representado verdaderamente el arte y la cultura de este país. Y ahí seguimos, sin ministro, sin política cultural, sin presupuesto, sin nada.

Eso es en la nación, porque en la región la cosa es peor. Mientras debe pensarse en general en proyectos comunitarios, el gobierno regional presenta megaproyectos que sirven únicamente a los poderosos; y así como unos pocos llenan sus bolsillos, la región vuelve a perder. La Secretaría de Cultura de Santander (ahora de turismo, recreación, de fiestas y cocteles, y quién sabe de qué más) también está acéfala, aunque tengan ahí a una señora como titular, lega por completo en asuntos culturales. Ella sabe de otras cosas; de cultura, nada. Esa ha sido la constante: meter en lo cultural a gente que no tiene ni idea de cultura, como Mery Luz Hernández, o Martha Vega Blanco, o su hermano Giovanny, ¡un entrenador deportivo! ¡Qué horror! Antes no estamos peor.

Somos un pueblo diverso, variopinto; pero eso no significa que no tengamos derecho a una identidad cultural y tengamos que someternos a culturas extranjeras, por obra y gracia de los medios de comunicación, y por el esnobismo y la debilidad cultural de los colombianos. Está bien aceptar conceptos culturales y elementos culturales externos, pero debe haber sincretismo, como, por ejemplo, la música de carrilera, la Navidad, el Halloween; pero no así el mariachi y lo norteño (ahora dizque “popular”), lo mismo que el español mexicano, que entran a nuestra cultura sin filtro ni adaptación, y eso daña el fundamento de la identidad. Y sincretismo no es igual a transculturación, ni mucho menos avasallamiento; pero nuestra mentalidad colonial nos impide la libertad cultural. Parodiando a dos socorranas ilustres, «bienvenido lo extranjero, pero Colombia primero».

Mensæ tegumentum. Mientras tanto, en Bucaramanga, la Alcaldía celebra festivales de cumbias y un enjambre de motos anda a la pata de una liendra.

@PunoArdila

(Tomado de Vanguardia)

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