Cartera vencida y restricción en la demanda

Por HUMBERTO TOBÓN*

Alrededor de 65,000 créditos de vivienda tienen cartera hipotecaria vencida, de acuerdo con un informe del DANE, lo cual representa cerca del 5% de la deuda hipotecaria del país y que genera un saldo por cobrar cercano a 3.5 billones de pesos.

La cartera hipotecaria se ha ido deteriorando, explicada por varias razones, una de ellas es el costo de los intereses, que han afectado la capacidad de pago de los hogares, muchos de los cuales se han retrasado en sus obligaciones con el sector financiero.

Otra razón en los retrasos de los pagos hipotecarios, es que los ingresos reales de las familias se han visto reducidos por efectos de la inflación, pues los precios de los alimentos, la gasolina, la energía eléctrica, los medicamentos, entre otros, presentan incrementos bastante altos.

Se suma a este panorama, la decisión de los hogares de aplazar cualquier negociación de compra de inmuebles, ya que las expectativas de bajo crecimiento de la economía nacional podrían desembocar en un incremento del desempleo. El sector de la vivienda también enfrenta la demora del gobierno en tomar decisiones con respecto a los subsidios a las tasas de interés.

De acuerdo con Camacol, se ha hecho evidente que los desistimientos de compra de vivienda nueva han crecido desde comienzos de 2023, desestimulando el interés de los constructores, la mayoría de los cuales han tomado la decisión de cancelar o aplazar el lanzamiento de proyectos, hasta tanto se aclare la situación macroeconómica del país.

Las expectativas de la gente sobre lo que va a ocurrir con la economía en lo que resta de 2023 y las perspectivas poco halagüeñas para 2024, no solamente están afectando las solicitudes de crédito de vivienda que han disminuido un 32% con respecto a 2022, sino que también golpea los gastos con tarjetas de crédito y los créditos para la compra de vehículos y libre inversión.

Dicho de una forma más clara, el consumo se está restringiendo, lo que conlleva a que se desacelere el crecimiento económico. Si la economía sigue perdiendo dinamismo, un resultado evidente es el incremento de la tasa de desempleo, la que ya empezó a evidenciarse en el sector de la construcción.

Todos estos fenómenos que se presentan en la economía colombiana no son exclusivos de ella. También están afectando a gran parte de los países, lo que ha llevado a las autoridades monetarias internacionales, a calcular que el crecimiento de las economías más desarrolladas podría estar por debajo del 3% e incluso existe una amenaza de recesión en Estados Unidos.

Una solución frente a estas expectativas negativas para la economía colombiana, está en la decisión del gobierno nacional de emprender un agresivo plan de gasto público, que ayudaría a detener el decrecimiento, aportaría a la conservación del empleo y contendría el aumento de los índices de pobreza. Esto sería muy positivo para la institucionalidad pública y para el conjunto de los actores económicos, que verían espacio para mejorar su competitividad y su productividad.

*Subgerente de planeación regional de la RAP Eje Cafetero

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial