Al ferrocarril transcontinental hay que ponerle rieles

Por ISMAEL OROZCO SÁNCHEZ*

Lo que requiere Colombia con urgencia, si queremos ser verdaderamente competitivos, es un ferrocarril de alta velocidad que nos conecte con el resto del continente, con eficiencia y bajo costo.

En este contexto el ministro de Transporte, William Camargo, ha invitado a socializar la idea de crear la Agencia Nacional Ferroviaria (ANF). Desde la Asociación de Ingenieros de Transporte y Vías, consideramos que mediante la ANF se facilitarían los contactos con todos los países de Suramérica que tienen límites con el océano Pacífico y también otro límite común: la cordillera de Los Andes.

Puesto que todos estos tienen como borde común una costa plana, se facilitaría el trazado de un Ferrocarril de Alta Velocidad (200 km/h o más) que conjugue el transporte de carga y pasajeros. El presidente Petro acaba de regresar de Estados Unidos, después de solicitar vinculación al comercio con Asia-Pacífico. Nada más adecuado, igualmente, que unir a toda Suramérica con un ferrocarril.

No se trata de unir las capitales ubicadas sobre la cresta de Los Andes, por supuesto. La idea es unir los países mediante un tren que atraviese sus costas, puesto que tienen sus puertos sobre el mismo océano. La meta consistiría en unirlos a todos, porque ahí está la carga que necesita cruzar del océano Pacífico al Atlántico.

Los despachos regulares de carga por vía marítima que provienen de China, Corea del Sur o Japón tienen un recorrido promedio de 30 días para llegar a una costa de Suramérica. El recorrido desde Chile hasta el Canal de Panamá, por ejemplo, se hace en unos ocho o diez días. Llegado el buque a Panamá comienza la verdadera odisea para la mercancía, que viene en un 80% dentro de contenedores. Algo ideal para un tren.

Como es bien sabido, el Canal de Panamá tiene serios problemas para atender la cantidad de buques que llegan, debido a la sequía en sus lagos de agua dulce, que proveen el agua para las esclusas. Se habla de colas superiores a 30 días para cruzar.

El costo del cruce de un buque es de 300.000 dólares y a eso hay que agregarle otro por cada tonelada que lleva el buque, y que se incluye en el flete. Los responsables de los contenedores también ajustan su tarifa, dado que esas demoras afectan sus ciclos de rotación, generando la necesidad de más contenedores, para hacer lo mismo en igual tiempo.

Un ferrocarril que mueva carga a 100 km/h gastaría 48 horas en recorrer los 4.748 km que hay entre Valparaíso (Chile) y Panamá. Eso son dos días, contra los diez por mar y sin cruzar todavía el canal, pues hay que sumarle la espera para cruzar.

Si ese ferrocarril no muere en Buenaventura, sino que llegase a un puerto de la costa Atlántica, resulta favorable para la economía de todos los países. Independientemente de cualquier inconveniente político que obstruya el proyecto, se impondrían los negocios. Es dentro de ese contexto que se hace imperiosa la creación de la Agencia Nacional Ferroviaria (ANF).

El ferrocarril tendría que ser elevado en su mayor parte, pues en caso contrario terminaría por actuar como una muralla que afectaría la flora e interrumpiría el tránsito de fauna o de personas a la marisma costera.

El ferrocarril transcontinental es perfectamente posible, baste anotar que los chinos construyeron 648 km de carrileras para trenes de Alta Velocidad (350 km/h) a un costo de 11.200 millones de dólares. Cada kilómetro, con túneles y viaductos, les costó 17,28 millones de dólares. Un poco menos costoso que los europeos, pero nunca a los costos que el exalcalde bogotano Juan Martín Caicedo Ferrer pretendió asignarle al tren elevado que planteó el presidente Petro entre Buenaventura y un puerto de la Costa. Caicedo habló de un costo de 100 millones de dólares por kilómetro, para convertirlo en objeto de burla y así sepultar cualquier proyecto férreo que afecte a la Cámara de Infraestructura, de la que él es presidente, entidad esta que agrupa al gremio de grandes constructores de carreteras.

Así las cosas, bienvenida la idea del ferrocarril transcontinental, señor presidente.

* Ismael Orozco Sánchez es ingeniero de Transportes y Vías de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). Exalcalde Floridablanca, gerente de los Ferrocarriles Nacionales división Santander, director del distrito 15 de Carreteras del entonces ministerio de Obras Públicas.

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