A cuidar los ojos en el eclipse solar del 14

Por JORGE SENIOR

El último eclipse total de sol visible en Colombia fue el 26 de febrero de 1998. En aquella ocasión tuve la oportunidad de transmitirlo en vivo y en directo desde la azotea de Telecom en Valledupar. Quizás ETelecaribe guarde ese registro en sus archivos. Lo más espectacular, aparte del oscurecimiento, fue el maravilloso despliegue de la corona solar que normalmente no podemos ver.

Han pasado 25 años y ahora tenemos nuevamente la oportunidad de observar un eclipse de sol en nuestro país. Pero el espectáculo del 14 de octubre será muy diferente, pues se trata de un eclipse anular y no total. Se le suele llamar ‘anillo de fuego’ o ‘anillo dorado’, debido a que la Luna no alcanza a tapar por completo al Sol y el borde de la estrella se ve como un anillo alrededor de la oscura silueta de nuestro satélite natural. Esto quiere decir que no habrá oscuridad total.

Los eclipses de sol son tan frecuentes como los lunares, pero es mucho más fácil ver estos últimos. La razón es que un eclipse lunar, parcial o total, lo puede ver todo el hemisferio que está de noche cuando se produce, mientras que uno solar sólo lo ve una franja. Para verlo como parcial esa franja es relativamente ancha, pero para verlo como total la franja es estrecha, como de unos 200 kilómetros apenas. Si uno vive toda su vida en un solo lugar es probable que nunca tenga la oportunidad de ver un eclipse solar total. Por ejemplo, nadie que esté vivo en este momento, ha visto ni verá un eclipse total o anular de sol en Barranquilla. En cambio, Cali tuvo la sombra total de la Luna en 1991 y la volverá a tener el próximo sábado, pero esta vez con anillo.

Muchos se han preguntado, ¿por qué no hay eclipses todos los meses? ¿por qué no hay eclipse solar en cada luna nueva? ¿por qué no hay eclipse lunar en cada luna llena? La razón es que el plano de la órbita de la Luna respecto a la Tierra está inclinado 5 grados con respecto al plano de la órbita terrestre alrededor del Sol; por tanto, los tres astros no se alinean mensualmente.

¿En cuáles ciudades colombianas se podrá observar el espectáculo del anillo dorado? En Armenia, Cali y Neiva se podrán dar ese gustazo. En general, en el Valle del Cauca y en sectores de Tolima y Huila. Tuluá es uno de los mejores sitios, por ser la ciudad más cercana al centro del fenómeno. En el resto del país veremos un eclipse parcial de sol. El horario varía un poco entre un sitio u otro, pero como referencia podemos decir que se inicia a las 11 y 30 de la mañana, tiene su máximo hacia la 1:20 pm y termina a las 3 de la tarde.

Los eclipses no afectan a la Tierra, ni a los animales humanos y no humanos. En sí mismos los eclipses carecen de peligrosidad. Pero hay una EXCEPCIÓN: MIRAR AL SOL DIRECTAMENTE, CON ECLIPSE O SIN ECLIPSE, PUEDE DAÑAR LA VISTA E INCLUSO PRODUCIR CEGUERA TOTAL PERMANENTE. Debido a que el daño en la retina no produce dolor de advertencia, las personas imprudentes pueden caer en la trampa de curiosear sin protección y sufrir un daño irreversible. Al ser este eclipse en el horario del mediodía, el riesgo es mayor.

¿Con qué tipo de protección podemos mirar el Sol durante el eclipse parcial o anular? ÚNICAMENTE CON GAFAS ESPECIALES DE MYLAR CERTIFICADAS CON ISO 12312-2 O CON GAFAS PARA SOLDAR NÚMERO 14 O 15. Y en ningún caso mirar fijamente, sino de manera intermitente. Mirar 10 o 15 segundos y descansar por lo menos 15 segundos, y repetir este ciclo varias veces.

No brindan protección las gafas oscuras comunes ni las de protección ultravioleta, tampoco los vidrios ahumados, los negativos de fotos o las radiografías. Las gafas para soldar con número inferior a 14 tampoco sirven. Las nubes, aunque estén oscuras, no protegen la vista, pues el daño lo genera principalmente la radiación ultravioleta del Sol, la cual atraviesa las nubes. En general, todo lo que oscurece la visión aumenta el riesgo, puesto que dilata la pupila, entra más luz al globo ocular y el daño a la retina se hace más probable. Tengan en cuenta que los telescopios y binoculares aumentan el peligro para el ojo si se usan para mirar directamente.

Lo recomendable es adquirir las gafas especiales certificadas con ISO 12312-2 en sitios reconocidos especializados en astronomía, como planetarios y observatorios. No me atrevo a recomendar las tiendas de astronomía, pues hay negocios de todo tipo.

Un método seguro es la observación indirecta, proyectando el Sol mediante el efecto de cámara oscura. Un orificio pequeño en un cartón para que pase la luz solar y una superficie en la cual proyectar, permiten observar el fenómeno sin arriesgar la vista, pues no estamos mirando al Sol. Ver tutorial.

Disfruten el espectáculo con las debidas precauciones y evitemos que alguien sufra lesiones oculares por imprudencia.

Coletilla: hace algún tiempo la revista Cambio publicó un artículo titulado “El Sol no es amarillo ni blanco, es verde” (ver aquí). Es incorrecto. Que la frecuencia de máxima irradiancia sea la que corresponde al verde no implica que el astro “sea” de ese color. El Sol irradia en un amplio espectro que incluye todos los colores de la luz visible al ojo humano, combinación que constituye lo que se denomina “luz blanca”. Por efectos atmosféricos lo observamos amarillo, naranja o rojo según el ángulo. Muy rara vez en la puesta de sol se ve el famoso “rayo verde” durante un breve instante. Ojalá Cambio no se contagie de la epidemia de clickbaits y mal periodismo científico.

@JSenior2020

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